¿Cuántas horas necesitamos dormir?: qué dice la ciencia

Dormir es esencial para la salud física y mental. Respetar las horas recomendadas según la edad y priorizar la calidad del sueño puede mejorar nuestra calidad de vida, fortalecer el sistema inmunológico y optimizar el rendimiento diario.

Por redacción

Jueves 05 de diciembre del 2024 a las 4:29 pm

 

Dormir es una necesidad básica para el cuerpo humano, pero la cantidad de horas ideales varía según la edad, el estilo de vida y las condiciones de salud. Estudios recientes han arrojado datos clave sobre cuánto tiempo deberíamos dedicar al sueño para mantenernos saludables y funcionales en nuestras actividades diarias.

 

 

Las horas recomendadas según la edad

La Fundación Nacional del Sueño (NSF, por sus siglas en inglés) establece las siguientes recomendaciones de sueño:

 

  • Recién nacidos (0-3 meses): 14-17 horas al día.
  • Bebés (4-11 meses): 12-15 horas.
  • Niños pequeños (1-2 años): 11-14 horas.
  • Niños en edad preescolar (3-5 años): 10-13 horas.
  • Niños en edad escolar (6-13 años): 9-11 horas.
  • Adolescentes (14-17 años): 8-10 horas.
  • Adultos jóvenes (18-25 años): 7-9 horas.
  • Adultos (26-64 años): 7-9 horas.
  • Mayores de 65 años: 7-8 horas.

Estas cifras son orientativas y pueden variar ligeramente en función de factores individuales como el nivel de actividad física, el estrés o la genética.

 

 

El impacto de dormir poco o en exceso

 

Un sueño insuficiente puede tener consecuencias graves para la salud. Según estudios médicos, dormir menos de las horas recomendadas puede aumentar el riesgo de enfermedades como:

 

  • Problemas cardiovasculares: Falta de sueño está asociada con hipertensión y enfermedades del corazón.
  • Obesidad: La privación de sueño altera las hormonas que regulan el apetito, aumentando la sensación de hambre.
  • Diabetes tipo 2: Dormir poco puede afectar negativamente la sensibilidad a la insulina.
  • Salud mental: Un descanso insuficiente incrementa los niveles de estrés y está vinculado a la depresión y la ansiedad.

Dormir en exceso, aunque menos común, también puede ser problemático. Se ha asociado con un mayor riesgo de problemas cardiovasculares, obesidad y depresión, especialmente si se convierte en un hábito constante.

 

 

La calidad del sueño importa tanto como las horas

No solo es importante dormir las horas necesarias, sino también garantizar que el sueño sea reparador. La calidad del sueño puede mejorarse con hábitos como:

 

  • Mantener una rutina de horarios: Acostarse y levantarse a la misma hora todos los días.
  • Evitar pantallas antes de dormir: La luz azul de dispositivos electrónicos interfiere con la producción de melatonina.
  • Crear un ambiente adecuado: Una habitación oscura, silenciosa y fresca favorece un sueño profundo.
  • Cuidar la alimentación: Evitar cenas copiosas y bebidas estimulantes como la cafeína antes de dormir.

 

Invertir en un buen descanso es una de las decisiones más inteligentes que puedes tomar para tu bienestar general.

 

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