Wall Street teme que muchos analistas estén tan optimistas con las acciones: el motivo
Los gestores de fondos son los más optimistas en más de tres años, según un sondeo de Bank of America.
Por Gonzalo Andrés Castillo
Redactor especialista en finanzas y mercado de capitales
Los estrategas de inversión de Wall Street muestran un nivel de optimismo poco común respecto al rendimiento de las acciones para 2026, generando tanto entusiasmo como cierta preocupación entre observadores del mercado.
Las proyecciones de los analistas para el índice S&P 500 están agrupadas en rangos estrechos, con objetivos que van desde alrededor de 7.000 hasta 8.100 puntos, señalando consenso alcista entre las principales casas de análisis.
Este sentimiento está respaldado por encuestas recientes que muestran que los gestores de fondos son los más optimistas en más de tres años, según un sondeo de Bank of America. La mayoría de ellos espera que la economía estadounidense evite una recesión y que los mercados bursátiles sigan siendo resistentes, con expectativa de crecimiento de las ganancias corporativas en 2026.
Gran parte de este optimismo deriva de varios impulsores clave: las expectativas de que la Reserva Federal continúe reduciendo las tasas de interés, lo que podría aliviar las condiciones financieras; la sólida trayectoria del crecimiento económico en Estados Unidos; y la persistente inversión empresarial en tecnologías como la inteligencia artificial, que ha sido un motor importante del rally bursátil de los últimos años.
Además, la encuesta de Bank of America también revela que los administradores de fondos han reducido sus tenencias de efectivo a niveles históricamente bajos, lo que refleja confianza en la continuación de la tendencia alcista en los precios de los activos de riesgo.
No obstante, no todos los analistas comparten este entusiasmo sin reservas. Algunos expertos señalan que la unánime perspectiva alcista puede ser un motivo de preocupación, sugiriendo que cuando las proyecciones convergen demasiado, podrían exagerar los riesgos reales o subestimar posibles obstáculos, como una corrección del mercado o el enfriamiento de sectores clave como la tecnología.
De hecho, otras proyecciones más prudentes anticipan que los mercados podrían tener un 2026 más moderado de lo esperado. Por ejemplo, ciertos estrategas apuntan a ganancias más modestos o incluso una potencial estabilidad en los índices, donde el S&P 500 termine el año con aumentos menores a los observados en años anteriores.
