Goldman Sachs aconsejó comprar acciones en caída libre
Más allá de la volatilidad puntual, la liquidación refleja riesgos acumulados: valoraciones exigentes, posiciones extendidas y tensiones geopolíticas, incluyendo advertencias de China contra chips de Nvidia.
Por Gonzalo Andrés Castillo
Redactor especialista en finanzas y mercado de capitales
Las fuertes caídas recientes en las acciones con mayor impulso podrían convertirse en una oportunidad de compra, según la mesa de operaciones de Goldman Sachs.
Los analistas destacaron que, históricamente, cuando su canasta High Beta Momentum pierde más de 10% en cinco días, suele recuperarse en el corto plazo: en el 80% de los casos subió la semana siguiente, con retornos promedio del 4,5% y de más del 11% en un mes.
Y la última corrección fue pronunciada. Entre el 6 y el 19 de agosto, la cartera retrocedió un 13% tras acercarse a máximos históricos. Esta reversión se explicó sobre todo por las bajas en las posiciones largas, muy expuestas a temas ligados a la inteligencia artificial.
En este contexto, los operadores de Goldman Sachs observaron que el portafolio se aproxima a zonas técnicas de sobreventa y se ubica por debajo de su media móvil de 200 días, lo que podría marcar un nivel de soporte clave. Sin embargo, advirtieron que los resultados de grandes tecnológicas, como los de Nvidia, que se darán a conocer el próximo 27 de agosto, podrían prolongar la liquidación.
De todas formas, más allá de la volatilidad puntual, la liquidación refleja riesgos acumulados: valoraciones exigentes, posiciones extendidas y tensiones geopolíticas, incluyendo advertencias de China contra chips de Nvidia.
Además, un informe del Instituto Tecnológico de Massachussets (MIT, por su sigla en inglés) señaló que la mayoría de los proyectos de IA generativa no están generando ingresos, lo que alimentó dudas sobre la sostenibilidad del rally.
Pese a estas alertas, el banco de inversión estadounidense sostiene que la caída actual podría ofrecer un punto de entrada táctico, aunque la volatilidad de este año muestra que el momentum sigue siendo una apuesta arriesgada.