Diciembre mágico para los Mercados

Wall Street transita en punta de lanza el Ciclo Alcista más largo de toda su historia.

Por Jorge Fedio

Analista y Fundador de Clave Bursátil

 

No nos digan que no se lo dijimos a tiempo, fuimos los audaces y los convencidos, y no se sorprendan que, si no están beneficiados y ganando es por propia torpeza, algo hicieron mal. 

 

Todos los días el mercado tiene volatilidad, todo el tiempo se vale de alzas y bajas, es propio de la oferta y la demanda, pero sobre todo estos avances y retrocesos tienen “tendencia” y ese es el valor que más importa, es con qué se mueve la Bolsa, conforme Charles Dow. 

Las “Fiestas de 2021” en Wall Street, pese a todas las miserias del año y el Covid-19 vienen acompañadas de una soberbia suba anual, súper interesante. Faltando solo una semana para cerrar el año ya nadie le quita el liderazgo al S&P 500 con el +25.82, seguido del Nasdaq Composite +21.45 % y el Dow Jones Industrial +17.43 %. Si esta no es una gran suba, ¿Me dicen cuál es? 

 

Ni lerdos, ni perezosos, como para vestirlo de fiesta, nos jugamos a tiempo en señalar esta suba que estamos experimentando como una más de la estadística, de un “Diciembre Mágico”. 

 

Analicemos si entramos en la categoría de “Diciembre Mágico” que se lo adelantamos mucho antes. Por más que la suba navideña arrancó bastante tarde, llega a “noche buena” el S&P batiendo otro récord histórico base cierre y arrastra tras de sí al Nasdaq y hasta el Dow Jones Industrial. Vale decir, tuvimos una semana de muy buena suba y nos queda otra semana para finalizar el año, y otra más en enero para cerrar con la fiesta de los niños, el “día de los reyes magos”. 

 

Vale decir, nuestra “visión” vuelve a “muy positiva”, contrasta con la visión negativa que, en línea con la inflación súper alta, el apuro en acelerar la quita de estímulos, equivalente en apurar con el “tapering” para incrementar la tasa. Tengamos presente que el verdadero “diciembre mágico” arranca después del “cuádruple embruje” y ese dato por experiencia ya lo tenemos incorporado. Puede darse o anularse, es la pulseada que tenemos pendiente en el mercado vía la estadística. Por suerte se nos dio. Tampoco fue tan fácil pronosticarlo con todo en contra.

 

Nos inclinamos por la versión positiva. Es parte de nuestra naturaleza. Somos de los que nos gusta pensar bien y buscamos ese otro sendero con el que también se gana, sin perder vida, vale decir, sin tanta amargura. Todos ustedes pueden comparar cómo grabamos nosotros nuestros reportes y cómo graban otros. Simplemente eligen y ya está, si le somos útiles nos toman, de lo contrario nos dejan, tan simple como eso.  

 

La parte salvaje de diciembre la vimos. Las Top Ten (las 10 tecnológicas que lideran la suba) acusaron el golpe, fue durísima esa baja que en escasos días descontó alrededor de un poco más del 20 % y el cuadro estadístico de ajustes la detallamos en el informe de la semana anterior. Todas esas bajas, tal cual las señalamos, fueron contra soportes, estructuras, retrocesos y pautas de reversión. Fueron oportunas para aprovecharlas, dado que, con un mercado en tendencia alcista, todo ajuste y/o corrección “es oportunidad de compra”. 

 

La cuestión es no perderle la huella a la tendencia. Por cierto, las Top Ten son el pelotón de suba que distorsionan el índice que componen, tanto el S&P 500 como el Nasdaq y en lugar de rasgarnos las vestiduras, nos sumamos al concepto de José Antonio Madrigal “hay que estar en las que más suben”, es por donde sopla el viento de cola con que se identifica la muy buena “racha alcista” que inexorablemente nos lleva a máximos. 

 

No todos opinan lo mismo. Nosotros, como ya lo saben, estamos enfocados casi exclusivamente en ese conjunto de acciones detrás de la “revolución tecnológica” y “la inteligencia artificial”, como otros lo están detrás de las criptos. Es que a la Bolsa es necesario saber encararla, buscarle la vuelta, dado que es la fuente inagotable de variadas “oportunidades”.

 

Para saber cuáles son las que más suben, es imprescindible leer el gráfico y encontrar la tendencia, por ahí hay viento de cola. No nos salvan las que están muy abajo y regaladas si no muestran tendencia, pueden quedar así de abandonadas por demasiado mucho tiempo. 

 

¿Cómo quedó el gráfico? Hoy del NASDAQ

El Nasdaq Composite, es el índice de las tecnológicas que señalamos como el más importante y hasta ahora no nos equivocamos. Fue el índice abanderado de 2020 con 12.973,33 con la fenomenal suba de +43.64 %. En el 2021 al mes de noviembre con su reciente y último récord histórico de 16.212,23 acumuló un +21.45 % de suba, pese a la paliza que recibió desde el 22 de noviembre al vencimiento del “cuádruple embruje”. Superada esta instancia, esta para competir por el podio anual con el S&P 500.-

 

 

 

Esa “racha alcista” 2021 continua vigente y cuenta con prolija secuencia de una serie de récords históricos en el año 2021: en febrero 14.175, en abril 14.204, en julio 14.863, en septiembre 15.403 y ahora en noviembre 16.053,39 y antes de finalizar noviembre 16.212,23.- Es el índice que puso a Wall Street de punta e insistimos que no se acabó, de ahora en adelante tiene para bastante mucho más, gracias a las tecnológicas, sobre todo a las Top Ten: AAPL, AMD, AMZN, FB, GOOG, MSFT, NFLX, NVDA, QCOM y TSLA. Ya señalamos en el informe previo que entre las Top Ten hubo durante el presente ajuste “selectiva rotación”. 

 

Aclaramos el gráfico. Desde los mínimos del “coronacrash” la firme y persistente “reversión en “V” de seis meses se frena con una formación triangular, cuyo brazo posterior de proyección, por equivalencias en “mediciones técnicas correspondientes”, debiera alcanzar los 17.500. Como esa salida de “triángulo de continuación” se detuvo con un segundo “triángulo”, cuya proyección, también se extiende a los 17.500 próximos a alcanzar y con doble coincidencia. 

 

Vale decir, conceptualmente el “triángulo de continuación” consta de dos brazos equivalentes, el anterior y el posterior. Ambos brazos deben medir similar, de manera que no damos por acabada la presente suba, debiera justamente completar esas dimensiones.  

Conclusión

El cuarto trimestre del año estacionalmente es el mejor del año, no debiera frustrarse, la baja fuerte, previa a una suba hacia un “diciembre mágico” ya la tuvimos, superada la instancia bursátil del “cuádruple embruje”, bendecimos la suba que en esta época del año con frecuencia se da. 

 

Vale decir, que no nos corran con desmedidos temores a la inflación, aceleración del “tapering” y las tasas, que antes tenemos pendiente “la suba navideña y de fin de año hasta reyes”, para los chicos “la suba de papa Noel”, para los grandes “la suba de la sidra y el pan dulce” y para los chetos “la suba de champagne y las cañitas voladoras”, unidas todas “las fiestas de fin de año”. 

 

La “pandemia” hizo estragos en el mundo, trajo consigo la desgracia, mucha muerte, pero también fue clave y determinante para el éxito, trajo el cambio, le dio empuje a la “cuarta revolución de la ciencia y tecnología” o como se la quiera llamar a todo lo referente a la Inteligencia Artificial. 

 

Revolución a un cambio superador, crea valor de forma distinta a la tradicional y presenta muchas ventajas más: es más rápida, es más independiente, es más limpia, es más efectiva, es de crecimiento exponencial que no debemos soslayar. La Bolsa, ni lerda, ni perezosa, se dio cuenta a tiempo y detrás de la misma se prendió, subió como pocas veces. Vale decir, encontró en las tecnológicas nueva sustentabilidad que justifica la tendencia.
A la Bolsa antes que nada hay que entenderla: La Bolsa es psicología, descuenta expectativas, no es economía (José Luis Cava). Además, se anticipa, imposible ignorarla y, contra todo lo que se diga, hace su juego. Nunca la bolsa fue fácil, tampoco lo es ahora “navegando en las alturas nunca vistas”. 

 

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