Trump eleva los aranceles y marca tensiones comerciales con China
Donald Trump consideró "extremadamente difícil" negociar con Xi Jinping, a horas de una nueva llamada entre ambos. Esto ocurre tras el anuncio de un incremento al 50% en los aranceles a las importaciones de acero y aluminio.
En un contexto de creciente tensión comercial, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció un aumento en los aranceles al acero y al aluminio, llevándolos del 25% al 50% a partir de este miércoles. En un mensaje difundido en Truth Social, Trump describió su relación con el presidente chino, Xi Jinping, como compleja, señalando que "es muy duro y es extremadamente difícil llegar a acuerdos con él".
Esto se expresa en el marco de una nueva llamada telefónica programada entre ambos líderes esta semana. A pesar de haber alcanzado en mayo una tregua en la escalada de estos aranceles, Trump manifestó su descontento con el cumplimiento de los acuerdos por parte de China.
Aunque los aranceles se mantienen suspendidos hasta agosto, el aumento del 50% afectará al país asiático. La resolución firmada por Trump el lunes resalta que "es necesario y apropiado aumentar la tasa arancelaria para las importaciones de artículos de acero y derivados del acero y artículos del aluminio y derivados".
La medida cuenta con un trato preferencial para Gran Bretaña, gracias a un acuerdo bilateral firmado a principios de mayo. Por su parte, el Gobierno de China ha expresado su deseo de que "el diálogo y la cooperación son la única opción correcta" para mejorar las relaciones con Estados Unidos.
En este sentido, el portavoz del Ministerio de Exteriores chino, Lin Jian, subrayó la necesidad de igualdad y respeto en las negociaciones. Además, Wang Yi, jefe de la diplomacia china, se pronunció sobre la colaboración con David Perdue, el nuevo embajador estadounidense en China, con la esperanza de que este último actúe como un mediador de confianza. La escalada en los aranceles genera preocupaciones sobre un posible impacto en la economía global. Expertos advierten que estas medidas podrían desencadenar una nueva ronda de represalias por parte de Pekín, afectando no solo a las industrias involucradas, sino también a los consumidores estadounidenses que podrían enfrentar precios más altos.
La comunidad internacional observa con atención, ya que estas tensiones podrían afectar las cadenas de suministro globales. Mientras tanto, los mercados reaccionan con volatilidad ante el anuncio, reflejando la incertidumbre que rodea las relaciones comerciales entre las dos potencias. La próxima llamada entre Trump y Xi será crucial para determinar el rumbo de estas negociaciones.