Trump le da el indulto al fundador de Binance, Changpeng Zhao, y sacude el mundo cripto
El presidente estadounidense perdonó a Changpeng Zhao, conocido como “CZ”, tras una condena por no frenar operaciones ilegales en su plataforma. El gesto político reaviva la relación de Trump con el universo de las criptomonedas y genera ruido en los mercados.
Por Eric Nesich
Periodista especializado en Economía y Finanzas
Donald Trump volvió a demostrar que no teme usar el poder del perdón presidencial. Esta vez, el beneficiado fue Changpeng Zhao, el creador de Binance, una de las plataformas más grandes del mundo en compraventa de criptomonedas. “CZ” había pasado cuatro meses preso por no impedir operaciones vinculadas a delitos graves, pero el republicano decidió borrarle los antecedentes con su firma.
Zhao, agradecido, no tardó en publicar un mensaje en redes sociales celebrando la medida y destacando el “compromiso de Estados Unidos con la innovación y la justicia”. Desde la Casa Blanca defendieron el indulto como una forma de “corregir un exceso de persecución” contra la industria cripto durante el gobierno de Biden.
La medida también tiene su costado político y económico: con el perdón, Binance podría volver a operar en Estados Unidos, luego de haber sido vetada por violar normas contra el lavado de dinero. En paralelo, los analistas ven detrás del gesto una oportunidad para que Trump refuerce sus lazos con el ecosistema cripto, un sector que le es cada vez más afín y que incluso integra a su familia, involucrada en proyectos digitales multimillonarios.
El indulto a Zhao no solo blanquea una condena, sino que también marca un cambio de rumbo regulatorio. Trump ya había frenado varias medidas restrictivas heredadas de Biden, y ahora se posiciona como el presidente que “libera” al mundo cripto de la burocracia estatal. Es una jugada política astuta: se gana el favor de un sector poderoso, atrae capitales frescos y refuerza su imagen de líder pro-mercado.
Sin embargo, el movimiento también despierta sospechas. La conexión entre el entorno de Trump y las empresas cripto —incluido el uso de fondos vinculados a Binance— genera dudas sobre hasta qué punto el perdón fue un gesto de justicia o un guiño de conveniencia. Lo cierto es que, con esta decisión, Trump vuelve a poner su sello en un terreno donde política, finanzas y poder se mezclan sin pedir permiso.
