Otra locura de Trump: El "domo dorado" que costará 175 mil millones de dólares

La iniciativa propone una defensa terrestre y espacial para proteger a Estados Unidos. China manifiesta su preocupación, mientras Rusia sugiere retomar diálogos sobre el control de armas nucleares.

Por Eric Nesich

Periodista especializado en Economía y Finanzas

Miércoles 21 de mayo del 2025 a las 1:42 pm

 

Donald Trump, el presidente de Estados Unidos, lanzó una nueva movida bastante jugada: presentó un proyecto llamado “Domo Dorado”, que básicamente es un súpersistema de defensa antimisiles, pensado para cubrir tanto el suelo como el espacio.

 

La idea cuesta una mega fortuna —unos 175 mil millones de dólares— y, como era de esperarse, ya generó ruido en varias partes del mundo. En China saltaron con una preocupación fuerte, y desde Rusia aprovecharon para tirar la idea de volver a sentarse a hablar sobre el control de armas nucleares.

 

Este “Domo Dorado” mezcla tecnología de punta con una estrategia medio futurista: no solo busca proteger a Estados Unidos (y probablemente a Canadá también), sino que además sería la primera vez que se pone armamento con capacidad ofensiva y defensiva directamente en el espacio. Trump dijo que esto es clave para ponerse a la par del avance militar de China y Rusia, que vienen desarrollando misiles cada vez más difíciles de frenar con los sistemas actuales. Según él, la idea es tener todo funcionando antes de que termine su mandato, en 2029, y que el sistema pueda interceptar misiles desde el espacio mismo.

 

Ahora bien, meterse a armar cosas en el espacio no es un tema menor. Hay quienes temen que esto dispare una nueva carrera armamentista, pero esta vez más allá de la atmósfera, lo cual suena a película pero es real. El sistema buscaría detectar y frenar misiles en todas las etapas posibles de un ataque, mostrando que EE.UU. no piensa soltar el liderazgo tecnológico así nomás.

Desde Pekín salieron con los tapones de punta. La vocera del Ministerio de Relaciones Exteriores, Mao Ning, expresó que están muy preocupados y le pidieron a Washington que pare la mano con este proyecto, al que tildaron de “altamente ofensivo”. Argumentan que va en contra del espíritu de mantener el espacio con fines pacíficos. El tema se da en un momento donde tanto EE.UU., como China y Rusia, ya tienen cierta presencia militar en el espacio, aunque nadie lo dice muy fuerte.

 

Por el lado ruso, la reacción fue más estratégica. Desde el Kremlin dejaron entrever que este nuevo plan puede ser una buena excusa para volver a charlar con Estados Unidos sobre control de armas. O sea, ven que el “Domo Dorado” puede alterar el tablero, y prefieren volver a la mesa de negociación antes que dejar que las cosas se les vayan de las manos. Eso también puede leerse como una señal de que Rusia quiere retocar algunas reglas del juego global.

 

Este nuevo sistema de defensa de Trump se mete de lleno en un contexto internacional bastante delicado. Puede ser una forma de presionar a China y a Rusia para negociar desde una posición de fuerza, o también una movida netamente defensiva. Pero, como todo en política internacional, depende de cómo lo lea cada uno. Si otras potencias lo ven como una amenaza, lo más probable es que salgan a responder con sus propias estrategias. Y ahí es donde la cosa se pone complicada.

 

En definitiva, lo que busca Trump con esto es reafirmar la idea de que Estados Unidos sigue estando un paso adelante. Pero la manera en que reaccionaron otras potencias muestra que esta jugada puede traer consecuencias bastante grandes. Habrá que ver si esto termina en más tensión o en un nuevo acuerdo global.

 

 

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