El gasto en subsidios a tarifas cayó 60% en 2025 y fue clave para sostener el superávit fiscal

El Gobierno redujo las subvenciones en electricidad, gas, agua y transporte, destinando $3,1 billones en lo que va del año, un 57% menos que en 2024, para evitar presiones inflacionarias y mantener el equilibrio fiscal.

 

Durante los primeros seis meses de 2025, el Gobierno aplicó un recorte real del 60% en los subsidios destinados a las tarifas de electricidad, gas, agua y transporte, una medida fundamental para mantener el superávit fiscal en el primer semestre del año. Según datos del Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales (IIEP) de UBA-CONICET, el gasto en subsidios sumó $3,1 billones a precios constantes de julio, lo que representa una caída del 57% respecto al mismo período de 2024, cuando alcanzó los $7,1 billones.

 

Esta reducción ocurre en un contexto donde el Ministerio de Economía decidió no trasladar a los usuarios finales los mayores costos energéticos propios del invierno ni los efectos de la devaluación, incluso aumentando las subvenciones para quienes residen en zonas frías. El objetivo principal de esta estrategia es evitar que las correcciones tarifarias impulsen la inflación en el país. Además, el Gobierno postergó la renovación de la Emergencia Energética y pospuso la definición de un nuevo esquema de asistencia para el próximo año.

 

El economista Julián Rojo, de UBA-CONICET, explicó que la paradoja se explica porque aproximadamente 2 millones de hogares dejaron de ser considerados de bajos ingresos, pasando a un segmento con menor asistencia estatal. En consecuencia, reciben subsidios menores.

 

El informe del IIEP detalla que “se observa una reducción del 46% en los subsidios reales al agua, energía y transporte acumulados en doce meses corridos respecto a igual periodo anterior. Bajo esta medición, los subsidios en doce meses son 60% menores a los observados en enero de 2024 y 74% inferiores respecto del pico de doce meses acumulados observado en el mes de julio de 2022”.

 

A pesar de la caída en los subsidios, desde el inicio de la gestión de Milei hasta la actualidad, el gasto en servicios públicos para una familia del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) se incrementó un 597%, cifra que supera ampliamente la inflación acumulada del 154% desde diciembre de 2023.

Según el IIEP, “en los hogares del AMBA se pagan tarifas que, en promedio, cubren el 50% de los costos, mientras que el Estado asume el 50% restante, aunque esta proporción varía entre segmentos y servicios”.

 

La reducción de subsidios a la energía y de programas sociales fue determinante para que el Gobierno pueda compensar el aumento real en el gasto en jubilaciones y pensiones contributivas. Nadin Argañaraz, director del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf), indicó que en el primer semestre el gasto primario del sector público nacional creció un 4,6% en términos reales, con un aumento interanual del 22,6% en jubilaciones y pensiones contributivas.

 

Por otro lado, los subsidios a la energía y los programas sociales registraron bajas reales interanuales del 62% y del 32%, respectivamente. Argañaraz agregó: “Si se relacionan las dos caídas con la suba del gasto en jubilaciones y pensiones, base caja, se aprecia que en enero de 2025 el descenso de ambos fue igual al 37,7% del incremento en el gasto en jubilaciones. En el acumulado a mayo fue del 100,2% y, por último, en el acumulado a junio se mantuvo en 99,4%”.

 

El ajuste en subsidios permitió al Gobierno cumplir con la meta fiscal, evitando un mayor endeudamiento. Sin embargo, expertos advierten que el desafío será mantener el equilibrio sin afectar la calidad del servicio ni la capacidad de consumo de los hogares más vulnerables.

 

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