Burford arremete contra EE.UU. por intervenir en la causa YPF y pide a la Corte que rechace su participación
El fondo buitre inglés criticó duramente al Departamento de Justicia por su postura en el litigio contra Argentina y exigió que no se lo tenga en cuenta como “amigo del tribunal”.
Por Eric Nesich
Periodista especializado en Economía y Finanzas
La batalla judicial por la expropiación de YPF sumó un nuevo capítulo polémico: Burford Capital, el fondo que ganó el millonario juicio contra la Argentina, presentó un escrito ante la Corte de Apelaciones del Segundo Circuito de Nueva York para impugnar la participación del gobierno de EE.UU. como amicus curiae (amigo del tribunal). En duros términos, acusó a Washington de presentar argumentos “erróneos” y de generar confusión que beneficia injustamente a Argentina.
En su escrito, Burford calificó como “sumamente inusual” la intervención del Departamento de Justicia durante la administración Trump, a la que dedicó más de diez páginas de cuestionamientos. El fondo aseguró que esa presentación no representa la política exterior oficial de la Casa Blanca y que fue elaborada por funcionarios “de bajo rango”, sin participación directa en decisiones estratégicas.
El fondo también señaló que intentó reunirse con representantes del gobierno de EE.UU. antes de que se presentaran en el caso, pero que nunca obtuvo respuesta. “Podrían haber entendido los errores de interpretación si hubieran participado desde el inicio del juicio, en lugar de aparecer ahora con una posición que afecta los derechos de los inversores”, se quejaron.
Además, advirtieron que en Argentina el escrito fue malinterpretado como una señal de apoyo de EE.UU al país, cuando en realidad, dijeron, no hay ningún cambio en el respaldo que históricamente Washington mostró a los demandantes en casos comerciales.
En una frase especialmente dura, Burford sostuvo: “Cuesta entender cómo se benefician los objetivos de política exterior de la Casa Blanca al alentar a países extranjeros a perjudicar a los inversores y desoír fallos de tribunales federales”. La tensión sigue creciendo en un caso que ya lleva una década de idas y vueltas judiciales, y cuyo desenlace puede tener impacto directo en el futuro financiero de Argentina.