Inflación de agosto: las consultoras esperan un índice cercano al 2%

Los precios en góndola se movieron, pero el impacto fue acotado. El INDEC difundirá el dato oficial en la segunda semana de septiembre.

Por Eric Nesich

Periodista especializado en Economía y Finanzas

Hace 5 horas

Contra lo que muchos temían después de la disparada del dólar a fines de julio, la inflación de agosto viene más tranquila. Distintas consultoras prevén que el Índice de Precios al Consumidor (IPC) ronde entre 2% y 2,2%, un número bajo para la historia reciente. Incluso algunos pronósticos, como el de Libertad y Progreso o Analytica, lo ubican por debajo del 2%.

 

El rubro alimentos, siempre el más sensible, mostró subas, pero sin desbordes. LCG calculó un aumento del 3% en agosto, mientras que EcoGo lo midió en 2,3% y 2,5% si se suman comidas fuera del hogar. Dentro de la canasta, las carnes casi no se movieron (0,3% en promedio), con caídas en fiambres y aumentos puntuales en pollo. En frutas y verduras, la manzana se destacó con un alza de 2,4% y las verduras frescas sumaron 1,8%.

 

El resto de los rubros también tuvo alzas dispares: servicios telefónicos subieron 2,7%, antihistamínicos 1,4% y computadoras 1,3%. En promedio, los alimentos acumularon en agosto un 2% de incremento, con frutas (6%), bebidas e infusiones (4,6%) y panificados (2,5%) entre los más picantes.

 

Natalia Motyl, economista de NM, remarcó que “rubros sensibles como alimentos y bebidas fueron los que más empujaron la variación del índice general” y advirtió que cada salto del dólar “es una señal inmediata para el resto de la economía”. Sin embargo, a diferencia de otros momentos, esta vez la suba del billete verde no se trasladó de lleno a precios.

 

En el Gobierno respiran aliviados: por ahora, no se registró un pass-through fuerte de la devaluación a las góndolas, algo que atribuyen al “faltante de pesos” que dejó la política monetaria contractiva del Banco Central. Con encajes y tasas en niveles récord, la idea es que el consumo acotado limite la capacidad de convalidar aumentos.

De confirmarse las proyecciones privadas, agosto mostraría una inflación a la baja respecto de julio. El dato oficial del INDEC llegará en la segunda semana de septiembre y será mirado con lupa, no solo por la gente de a pie, sino también por los mercados y el tablero político en plena campaña.

 

Lo cierto es que un IPC del 2% sería casi un logro en la Argentina actual. Pero la gran incógnita es si este respiro se puede sostener en los próximos meses, cuando la presión electoral y el dólar vuelvan a meter ruido. Porque ya se sabe: en economía local, la calma nunca dura demasiado.

 

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