Finanzas subió la tasa y logró un rollover del 96,5% en una licitación clave
El Tesoro renovó casi todos los vencimientos y evitó otra emisión fuerte del BCRA. La tasa subió al 37,5% y los depósitos oficiales quedaron en niveles mínimos.
Por Eric Nesich
Periodista especializado en Economía y Finanzas
En una licitación que venía marcada como “difícil” desde hace días, la Secretaría de Finanzas terminó sacando un resultado que, sin ser perfecto, dejó conforme a la mayoría del mercado. El Tesoro enfrentaba vencimientos por $14,5 billones y contaba con apenas $4,3 billones en depósitos, por lo que no tenía margen para hacer grandes devoluciones de pesos. Con una renovación del 96,5%, evitó tener que recurrir a una emisión masiva del Banco Central para cubrir los pagos.
Para lograrlo, Finanzas tocó la tasa: la llevó al 37,5% y, al mismo tiempo, consiguió abaratar el costo de los instrumentos CER. Tras la licitación, los depósitos del Tesoro cayeron a $3,8 billones, un nivel que no se veía desde la transferencia de utilidades del BCRA de fines de abril. Esto refuerza la idea de que la estrategia oficial de “remonetizar” la economía con rollovers por debajo del 100% está llegando a un punto límite, tal como ya había advertido el vice del Central, Vladimir Werning.
El contexto explica parte del esfuerzo. Antes de la licitación, el BCRA bajó la tasa de pases del 22% al 20% para tentar a los bancos a volcarse a los títulos del Tesoro, y además flexibilizó 3,5 puntos de los encajes que pueden integrarse con deuda pública. Con esa plataforma, ya en la recta final, el Tesoro subió la tasa de las Boncap al 13 de febrero y ofreció una TE del 37,5%, superior al 35,9% que habían mostrado las Lecap cortas en la última licitación. De todos modos, sigue lejos del pico de tensión de hace un mes, cuando se ofreció 44,1% para cubrir un vencimiento inmediato.
Pero más allá de la intención oficial de desindexar, los títulos CER volvieron a captar fuerte: más de $2 billones, aun con una tasa extra menor, que bajó del 9,5% al 7,3%. Según la OPC, los vencimientos de Lecap sumaban $12,3 billones y terminaron captando $8,7 billones, mientras que las Lelink vencían por $3,1 billones y lograron renovar $2 billones. La Boncap, como era previsible, fue la estrella de la jornada con $5 billones absorbidos.
Analistas interpretaron el resultado como “una buena licitación”, resaltando que se consiguió un rollover elevado pese a que al Tesoro le quedan muy pocos pesos en su cuenta en el BCRA. Para él, las tasas quedaron en línea con lo que espera el mercado para la inflación de los próximos meses, y la extensión de plazos ayuda a evitar cuellos de botella en el mapa de vencimientos.
El cierre dejó una sensación de alivio: se desactivó, por ahora, el riesgo de otra emisión fuerte que pudiera sumar presión en el dólar. De todos modos, el dato de los depósitos en mínimos vuelve a poner sobre la mesa el interrogante central: cuánto espacio le queda al Gobierno para sostener licitaciones exigentes sin depender del Central. En un fin de año siempre movido para la demanda de dinero, la respuesta se irá viendo licitación tras licitación.
En el mercado reconocen que el clima está más calmo que hace un mes, pero advierten que el margen sigue siendo fino. Si bien el rollover alto es una señal positiva, la dinámica de tasas y la capacidad del Tesoro para acumular colchón de pesos serán determinantes para que la transición hacia 2026 no venga con sobresaltos.
