El Gobierno busca sumar US$ 2.000 millones más con la liquidación del agro para engrosar reservas
Tras el encuentro entre Milei, Caputo y Trump, Economía apunta a comprar fuerte entre lunes y martes para reforzar las reservas y frenar tensiones cambiarias antes de las elecciones.
Por Eric Nesich
Periodista especializado en Economía y Finanzas
Después del cara a cara entre Javier Milei, Luis Caputo y Donald Trump, el Gobierno encara otra semana clave en la pelea por los dólares. El ministro de Economía planea aprovechar lo que queda del cupo del agro con retenciones cero para sumar unos US$ 2.000 millones entre lunes y martes. La jugada apunta a dos frentes: juntar divisas para cumplir con los pagos de deuda y reforzar las reservas para evitar que el dólar se dispare antes de las elecciones de octubre.
Caputo también quiere avanzar con el paquete de ayuda prometido por Estados Unidos, que incluiría un swap, un crédito stand-by y hasta la compra de bonos argentinos. Según trascendió, esta semana llegaría una delegación norteamericana para seguir negociando los detalles, aunque en el Ministerio de Economía bajan el perfil y aseguran que las conversaciones siguen a nivel técnico. En la Casa Rosada, mientras tanto, nadie confirma nada.
El viernes fue clave. Con el nuevo cepo que impide arbitrar entre el dólar oficial y el MEP, el Tesoro pudo quedarse con unos US$ 1.300 millones. En total, ya compró US$ 1.400 millones y espera redondear otros US$ 2.000 millones en las próximas 48 horas. “Los argentinos están mejor, compramos fuerte y vamos a seguir igual lunes y martes”, dijo Caputo en TN, confiado en que el flujo no se corte.
En el mercado también miran de reojo la brecha cambiaria, que volvió a abrirse entre 8% y 10%, y la caída de los bonos en dólares, que empujó el riesgo país a 1.058 puntos. Aun así, el anuncio de Trump calmó un poco las aguas y le dio aire al Gobierno para negociar con mayor margen. “Tenemos las herramientas para estabilizar el mercado”, aseguran cerca de Caputo, que insiste en que no hay riesgo de crisis cambiaria.
A futuro, el desafío es doble: sostener el tipo de cambio sin perder reservas y reactivar una economía golpeada por la incertidumbre, las tasas altas y el consumo frenado. Si bien el dólar oficial se mantiene debajo de los $1.400, muchos ya lo perciben “barato”, lo que podría recalentarlo si se mantiene la baja de tasas.
En los pasillos de Economía confían en que, con la ayuda de Estados Unidos y las compras de esta semana, se podrá llegar con aire a las elecciones. Pero nadie ignora que, después de octubre, el panorama será más exigente: habrá que definir cómo seguir con un esquema que, por ahora, depende de medidas de emergencia y acuerdos externos. Mientras tanto, Caputo apuesta a pasar el temporal sin que el dólar vuelva a desbordarse