Dólares del colchón: los cambios y medidas que anunció el Gobierno para incentivar el uso de USD atesorados por los argentinos

Anunciado desde Casa Rosada, el Plan de Reparación Histórico para los Argentinos busca que los ahorristas utilicen sus dólares guardados. Javier Milei firmará un decreto que asegurará la protección de los ahorros ante cambios de gestión.

Por Eric Nesich

Periodista especializado en Economía y Finanzas

Jueves 22 de mayo del 2025 a las 12:38 pm

 

En medio de un panorama económico que viene complicado, el Gobierno sacó de la galera un nuevo plan de blanqueo con una meta clara: que los argentinos dejen de esconder los dólares bajo el colchón o en cajas de seguridad, y se animen a meterlos de nuevo en la rueda económica. La jugada fue presentada este jueves desde Casa Rosada, y ya generó ruido en todos los sectores.

 

El encargado de ponerle voz al anuncio fue Manuel Adorni, el vocero presidencial, que no anduvo con vueltas. Dijo que se trata del “Plan de Reparación Histórico para los Argentinos” y que la idea es devolverle algo de previsibilidad a los que ahorraron durante años mirando de reojo al Estado. Según Adorni, este nuevo régimen va a salir vía decreto y será firmado por el presidente Javier Milei en los próximos días. La frase que eligió para resumir todo fue clara y directa: “Tus dólares, tu decisión. Podés gastarlo y usarlo como quieras”.

 

Blanqueo con perfume a consumo

El que también apareció en escena fue el ministro de Economía, Luis Caputo, que apuntó directo al bolsillo: dijo que el objetivo del plan es que los argentinos se animen a usar parte de su “canuto” para comprarse un auto, un departamento, algún electrodoméstico o incluso para irse de viaje al exterior. La idea es que, si se mueve la plata, se mueve también la economía, que está bastante planchada.

 

A la par del blanqueo, el Gobierno va a poner en marcha un paquete de resoluciones que involucra al ARCA, el Banco Central y la UIF (la Unidad de Información Financiera), todo con el fin de aflojar un poco los controles a la hora de comprar dólares. ¿El objetivo? Bajar la presión sobre el dólar y lograr que las divisas que ya están dando vueltas por ahí terminen entrando a la economía formal.

 

En su presentación, Adorni también se despachó contra los años del cepo cambiario, al que calificó como una cadena que dejó consecuencias graves. Dijo que “así llegamos a un resultado catastrófico en el que el 50% de nuestra economía terminó siendo informal y el Estado, cual Gran Hermano, controlaba todas las transacciones de sus ciudadanos, como si fueran criminales que merecían castigo”.

 

Y siguió: “Normalizamos prácticas ridículas como que el Estado obligue a los bancos a que informen todas las extracciones de efectivo que se hicieran y a los comercios a informar compras de cualquier tipo”. Según el Gobierno, por cada peso en blanco que circula, hay cinco que se mueven en negro o están ahorrados en dólares. Y encima, dicen, la UIF solo llega a auditar un 0,34% de los reportes que recibe. O sea, se genera una montaña de papeles que no se puede procesar.

 

“No son delincuentes, son argentinos hartos de que les metan la mano”

Caputo también fue claro con su mensaje. Dijo que el nuevo sistema apunta a devolverle la libertad a la gente. “No son delincuentes, son la gran mayoría de los argentinos que fueron abusados por exceso de impuestos y de controles”, tiró el ministro, en un intento de acercarse al ciudadano común que hace años guarda lo que puede, como puede, y desconfía del sistema.

 

También remarcó que no hay planes de devaluar, porque Milei y su equipo creen que un dólar más caro no es la salida. La apuesta es otra: bajar impuestos, aflojar regulaciones, y darle un poco de aire a la inversión privada y al crédito.

 

Cambios en controles: menos trabas y más libertad

El que se encargó de bajar los detalles finos fue Juan Alberto Pazo, titular de ARCA, que anunció una batería de medidas para reducir la burocracia que hoy aplasta tanto a comerciantes como a contribuyentes de a pie.

 

Entre otras cosas, se eliminan los regímenes de información que obligaban a los comercios a reportar todas sus operaciones. También quedarán afuera del radar estatal la venta de autos usados, el pago de expensas por debajo de 32.000 pesos, y varias otras movidas cotidianas que hoy están bajo la lupa.

 

Los escribanos y agentes inmobiliarios tampoco tendrán que pasar información al fisco, y se eleva el monto a partir del cual ARCA controlará las transferencias entre billeteras virtuales, que ahora será de 50 millones de pesos.

 

Por otro lado, los bancos no van a poder exigir más declaraciones juradas a sus clientes, una práctica que generaba malestar y desconfianza.

 

Más allá de los discursos, lo que se ve es un intento por hacer entrar dólares al sistema sin asustar a nadie, buscando generar confianza en una economía que hace tiempo viene caminando por la cornisa. Si este plan logra su cometido o no, dependerá de si la gente cree que esta vez no le van a cambiar las reglas del juego a mitad del partido.

 

Por ahora, el mensaje oficial es claro: si tenés dólares guardados, usalos tranquilo. Pero también está claro que en la Argentina, donde la historia pesa, muchos van a mirar de reojo antes de tomar la decisión.

 

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