El consumo masivo cae en junio: cuáles son los sectores más afectados

Las ventas en supermercados y mayoristas retrocedieron un 6,4% en junio, mientras que las compras online crecieron. En lo que va del año, el consumo acumula un aumento del 0,4%, según el informe de Scentia.

 

A pesar de la desaceleración inflacionaria, el consumo masivo no logró repuntar en junio y registró una caída del 0,8% respecto al mismo mes del año anterior, según el último informe de Scentia. Esta baja se da en un contexto donde el mercado laboral aún muestra debilidades, con un poder adquisitivo que continúa cayendo y un aumento en las tasas de desempleo. Luego de tres meses consecutivos de recuperación, el consumo privado acumula en 2025 un crecimiento marginal de tan solo 0,4%, lo que reafirma la persistente recesión en el sector, a pesar de que la inflación se desaceleró a un 15,1% en el primer semestre y a un 39,4% interanual.

 

El relevamiento de Scentia abarca más de 8.000 puntos de venta en todo el país, incluyendo supermercados de cadena, autoservicios independientes, farmacias, comercio electrónico, mayoristas y kioscos. Las mayores caídas se observaron en supermercados de cadena y mayoristas, con un descenso de 6,4% cada uno en junio. En contraposición, las ventas online aumentaron un 14,6% y las farmacias un 5,6%. En conjunto, entre supermercados y autoservicios, el consumo cayó un 2,4% en junio en comparación con el mismo mes del año pasado.

 

La estabilidad económica actual, con una inflación mensual por debajo del 2%, no ha sido suficiente para evitar la caída en las ventas, que se explica más por un ajuste profundo en el poder adquisitivo de los hogares que por el aumento de precios. Según C-P Consultores, los salarios se mantuvieron estancados en mayo, reflejando un "estancamiento del poder adquisitivo, consolidando la contracción".

 

Además, la tasa de desempleo subió al 7,9% en el primer trimestre de 2025, mientras que la pobreza afecta al 38,1% de la población argentina en el segundo semestre de 2024. Esta situación impacta directamente en el consumo de productos básicos, como alimentos y artículos de limpieza. Aunque algunos sectores muestran signos de reactivación, como la producción industrial que creció un 5,8% en mayo o la industria automotriz con un aumento del 33,8% en junio y un acumulado del 15,6% en el año, la mejora económica aún no se traduce en un mayor consumo privado.

 

La caída en el consumo masivo pone en evidencia que el ajuste económico no es solo una cifra macroeconómica, sino una realidad que afecta cotidianamente a los hogares argentinos y sus necesidades básicas. Expertos advierten que, sin mejoras en el empleo y los ingresos reales, la recuperación del consumo será lenta y desigual. Mientras tanto, los consumidores priorizan compras esenciales y recurren cada vez más a canales digitales para aprovechar ofertas y descuentos.

 

Las perspectivas para los próximos meses dependen de la evolución del empleo y la inflación. Mientras tanto, el sector minorista busca adaptarse con promociones y mayor presencia online para contener la caída y captar a un consumidor más cauteloso y digitalizado.

 

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