Warren Buffett detalló por qué invertir en arte es una pésima idea

El magnate y popular inversor ejemplificó su postura con la compra de La Mona Lisa por parte de Francisco I.

Por Gonzalo Andrés Castillo

Redactor especialista en finanzas y mercado de capitales

Lunes 27 de septiembre del 2021 a las 6:53 am

 

Warren Buffett no solo es conocido por ser una de las personas más ricas del mundo, sino también por ser el director ejecutivo de Berkshire Hathaway y uno de los mejores inversores de toda la historia. Su larga trayectoria y su vasta experiencia permitieron que el magnate forme una postura vinculada a la compra de obras de arte como método de "inversión".

 

En 1963, en una carta para los clientes de Buffett Partnership, el fondo de inversión que dirigía antes de la compra de Berkshire Hathaway, Warren Buffett señaló que Francisco I, quien fue rey de Francia, compró La Mona Lisa de Leonardo Da Vinci en 1540 por 4.000 coronas de oro, lo que equivaldría a USD 20.000 dólares de 1963.

 

En aquel año, la obra estaba asegurada por USD 100 millones, es decir, más de USD 900 millones de la actualidad. A simple vista, parece que se trató de una gran inversión, sin embargo, Buffett analizó su costo de oportunidad.

 

El empresario detalló que, si en lugar de haber comprado La Mona Lisa, el rey invertía el mismo capital a un 6% neto anual y reinvertía las ganancias de forma que se aplicara la capitalización compuesta, habría obtenido más de un trillón de dólares en 1963, lo que se traduce en más de 3.000 veces la deuda de Francia.

 

Tras ejemplificar su postura, Warren Buffett sentenció: "Confío en que esto pondrá fin a todas las discusiones en nuestro hogar sobre cualquier compra de pinturas que califique como una inversión". Como se puede observar, la compra de obras de arte puede ser rentable, pero su costo de oportunidad es extremadamente grande.

 

¿Es posible invertir como Warren Buffett?

Salvando las distancias de capital, invertir como el multimillonario es posible (y recomendable). El método de Buffett es muy sencillo, solo consiste en analizar empresas desde el punto de vista fundamental, encontrar aquellas compañías que valgan más de lo que el mercado paga, comprar y esperar.

 

La clave del éxito se encuentra en esta última parte, ya que el tiempo será el mejor amigo del interés compuesto. Esta forma de capitalización comienza a actuar de forma exponencial a partir del octavo año, por lo que hay que tener mucha paciencia y disciplina para ver sus rentables resultados.

 

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