La inflación en EE.UU. alcanza 2,7% anual en junio

El índice de precios al consumidor subió en junio en línea con las previsiones, reflejando el impacto de los aranceles impuestos por Donald Trump y el aumento de los costos energéticos, informó el Departamento de Trabajo.

 

En junio, la inflación anual en Estados Unidos llegó al 2,7%, cifra que se alinea con las expectativas de los expertos, según dio a conocer el martes el Departamento de Trabajo. Esta subida se atribuye principalmente al efecto de los aranceles anunciados por el presidente Donald Trump, así como al aumento en los precios de la energía.

 

Para ponerlo en perspectiva, en mayo el índice de precios al consumidor (IPC) había registrado un crecimiento anual del 2,4%. Además, el aumento mensual en junio fue del 0,3%, superior al 0,1% observado en el mes anterior, impulsado especialmente por la energía, tal como previeron los analistas.

 

En abril, Trump implementó un arancel general del 10% sobre casi todos los socios comerciales de Estados Unidos. Asimismo, estableció tarifas específicas para sectores como el acero, el aluminio y los automóviles, medidas que los expertos han señalado como factores que podrían influir en la inflación.

Si se excluyen los precios más volátiles, como los de alimentos y energía, el índice de precios mostró un incremento mensual del 0,2% y un aumento anual del 2,9%. Durante junio, los precios del petróleo experimentaron un fuerte repunte, motivado por el conflicto entre Israel e Irán. Esta situación también impactó en el costo de la electricidad y el gas, que registraron aumentos significativos respecto a mayo.

 

Por otro lado, los consumidores estadounidenses enfrentan leves incrementos en los precios de alimentos, atención en salud y vivienda, siendo esta última una de las principales causas de la inflación sostenida en los meses recientes. Analistas advierten que, de mantenerse estas tendencias, la Reserva Federal podría considerar ajustar las tasas de interés para controlar la inflación. Mientras tanto, los consumidores continúan enfrentando un entorno económico incierto, con precios al alza en varios sectores clave.

 

Las próximas semanas serán clave para observar si las medidas arancelarias y las tensiones geopolíticas continúan presionando los precios, lo que podría complicar los esfuerzos del Gobierno para mantener la inflación dentro de la meta del 2%. Expertos señalan que un aumento prolongado en la inflación podría afectar el poder adquisitivo y desacelerar el crecimiento económico. Por ello, la Reserva Federal vigilará de cerca estos indicadores para decidir posibles ajustes en su política monetaria.

 

Mientras tanto, consumidores y empresas enfrentan incertidumbre, con expectativas de inflación que podrían influir en decisiones de gasto e inversión. El gobierno y la Reserva Federal mantienen vigilancia estrecha para evitar un aumento descontrolado de los precios.

 

Las próximas decisiones de la Reserva Federal serán determinantes para estabilizar la economía y evitar una espiral inflacionaria. Mientras tanto, los hogares americanos deberán ajustar sus presupuestos ante el alza constante de los precios en bienes y servicios básicos.

 

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