Expensas por las nubes: subieron el doble que la inflación en junio y ya cuestan más que un alquiler
En la Ciudad de Buenos Aires, los consorcios ajustaron fuerte y el gasto promedio superó los $268 mil. La morosidad se mantiene alta y el impacto ya se siente en el mercado inmobiliario.
Por Eric Nesich
Periodista especializado en Economía y Finanzas
El dato es contundente: en junio, las expensas en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires subieron un 4%, más del doble de la inflación del mes, que fue del 1,6% según el IPC. Así lo reveló un informe de ConsorcioAbierto.com, que analizó los números de más de 12 mil edificios porteños.
El promedio pagado por los vecinos en concepto de expensas fue de $268.591, un salto considerable respecto a los \$258.218 de mayo. Y si se compara con junio del año pasado, cuando el valor promedio era de $175.727, el aumento interanual fue del 52,8%, muy por encima del 39,4% que marcó la inflación en ese mismo período.
En el desglose, el gasto más pesado sigue siendo “Personal y Sueldos”, que representa el 36% del total en edificios medianos y chicos. En torres con más de 200 departamentos, ese ítem baja al 17% gracias a las economías de escala. Le siguen los “Gastos Operativos y de Mantenimiento”, que pesan un 27% en promedio, pero pueden trepar hasta el 56% en edificios grandes, sobre todo por servicios como limpieza, vigilancia y mantenimiento técnico.
El informe también repasa la situación en otras provincias. En la provincia de Buenos Aires, las expensas treparon un 83% interanual, con un promedio de $127.193 en junio. En Córdoba el aumento fue del 74,7%, con $119.106 como promedio mensual. Santa Fe marcó un 74,1% de suba interanual, aunque con una leve baja del 1% respecto a mayo, y Entre Ríos registró un aumento del 62%, pero con una caída mensual del 8,5%.
Un dato que no pasa desapercibido es la morosidad: el 17% de los departamentos, tanto en CABA como en PBA, tiene deuda de expensas. Es decir, casi 1 de cada 5 unidades no está al día. Una tendencia que preocupa, sobre todo para los inquilinos, ya que en muchos contratos el pago de expensas corre por cuenta del locatario.
En ese contexto, las expensas ya se transformaron en una especie de “segunda cuota” del alquiler, y muchas veces terminan siendo más difíciles de afrontar que el alquiler mismo. Esto empieza a impactar también en el mercado de oficinas, donde los altos costos de los consorcios empujan a empresas a buscar espacios más chicos o mudarse a zonas con menos gastos comunes.
El panorama no muestra signos de alivio en el corto plazo. Con aumentos salariales pactados para encargados de edificios, ajustes tarifarios pendientes y gastos de mantenimiento en alza, todo indica que las expensas seguirán subiendo en lo que queda del año.
Algunos consorcios ya evalúan reducir servicios o suspender obras menores para contener costos. Pero en muchos casos, no hay mucho margen: lo básico para que el edificio funcione –limpieza, portería, ascensores, luz y agua– ya se lleva buena parte del presupuesto.
Mientras tanto, los vecinos hacen malabares para no atrasarse y evitar el temido cartelito en el ascensor que avisa que hay deuda en el edificio. En un país donde cada mes es una carrera de obstáculos económicos, las expensas se suman como un nuevo escollo en la vida cotidiana.