UBS alertó sobre las consecuencias de un "cierre gubernamental" en Estados Unidos

El presidente Donald Trump y su vicepresidente, JD Vance, ya adelantaron que esperan un estancamiento pese a los intentos de negociación.

Por Gonzalo Andrés Castillo

Redactor especialista en finanzas y mercado de capitales

Hace 1 hora

Washington se prepara para un nuevo cierre gubernamental a partir de la medianoche, el primero desde 2018. Aunque aún cabe la posibilidad de un acuerdo de último minuto, el estancamiento en el Congreso refleja la dificultad para aprobar la financiación del gobierno, un escenario que vuelve a colocar a Wall Street en terreno incierto.

 

El cierre implicaría consecuencias inmediatas: la Oficina de Estadísticas Laborales (BLS) confirmó que no publicará los datos de empleo de esta semana, un indicador clave para los mercados. La ausencia de cifras oficiales complica también la labor de la Reserva Federal, que podría tener que decidir en su reunión de octubre con información incompleta o atrasada.

 

El presidente Donald Trump y su vicepresidente, JD Vance, ya adelantaron que esperan un estancamiento pese a los intentos de negociación. Esa incertidumbre política es precisamente lo que incomoda a los inversores. “Estados Unidos se encamina hacia otro cierre gubernamental esta noche; puede que suceda o no, ya que este teatro político es una rutina trillada”, advirtió Paul Donovan, economista jefe de UBS.

 

Para Donovan, el vacío estadístico abre espacio a encuestas poco confiables y rumores, lo que distorsiona la percepción del mercado. Además, señaló que algunas empresas podrían aprovechar la coyuntura para aplicar aumentos de precios sin el escrutinio inmediato de los informes de inflación, trasladando rápidamente el impacto a los consumidores.

 

Desde una perspectiva macroeconómica, los analistas coinciden en que los efectos suelen ser limitados si el cierre es breve. Mark Haefele, director de inversiones de UBS, sostuvo que la interrupción temporal de los datos no debería alterar los recortes de tasas ya descontados por el mercado y que el impacto económico “normalmente es mínimo y se revierte rápidamente”.

 

Sin embargo, un cierre prolongado sí podría dejar huellas. Thierry Wizman, estratega de Macquarie, recordó que el de 2018-2019 redujo el PIB en 0,1% en un trimestre y 0,2% en el siguiente, aunque la actividad se recuperó después. La diferencia esta vez radica en que Trump podría despedir a parte de los trabajadores suspendidos, lo que amplificaría el daño económico y reavivaría dudas sobre la estabilidad institucional en Estados Unidos.

 

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