Balance del año de bonos y Cedears: mayores subas y caídas
Tras un 2025 volátil, expertos recomiendan diversificar carteras y seguir de cerca variables macroeconómicas para aprovechar oportunidades y mitigar riesgos en el próximo año.
El cierre del año 2025 arroja un balance marcado por la recuperación de las paridades en la deuda soberana argentina y una dispersión de retornos en el mercado de acciones internacionales. El escenario local estuvo definido por la compresión del riesgo país, mientras que el frente externo respondió a la recalibración de expectativas sobre los tipos de interés y el ciclo tecnológico.
En el segmento de los bonos soberanos en dólares, el desempeño fue positivo de manera sistémica. El Global 2035 (GD35) lideró las subas con una apreciación del 21.5%, seguido por el Global 2041 (GD41), que registró un ascenso del 23%. Esta dinámica respondió principalmente a la mejora en el flujo de divisas y el cumplimiento de metas fiscales, lo que permitió que los rendimientos comprimieran hacia la zona del 11.5% anual.
Por su parte, los instrumentos emitidos por el Banco Central, específicamente los BOPREAL Serie 1, funcionaron como el activo de referencia para la estabilidad, operando con una paridad constante y una TIR que descendió significativamente respecto al inicio del año. En cuanto a la deuda en moneda local, los bonos ajustados por CER mantuvieron una demanda sostenida. El TX26 se destacó con una suba nominal acumulada del 74%, logrando un retorno real de 4.2 puntos porcentuales por encima de la inflación anual.
En el extremo opuesto, los bonos del Tesoro a tasa fija (Botes) reportaron el rendimiento más bajo del mercado de renta fija. Se registró una pérdida real cercana al 9% debido a que sus cupones no lograron compensar la inercia de precios durante los primeros dos trimestres del ejercicio.
El mercado de CEDEARs presentó un panorama de contrastes. El sector energético fue el de mejor rendimiento relativo, con Vista Energy (VIST) a la cabeza, registrando un alza del 38.2% en dólares sustentada por métricas operativas récord en la cuenca neuquina. En el sector tecnológico, Meta Platforms (META) logró un avance del 24.5%, favorecida por la optimización de sus márgenes de beneficio. Sin embargo, no todo el sector tecnológico acompañó esta tendencia: Apple (AAPL) cerró el año con un alza marginal del 8.1%, reflejando una desaceleración en la venta de hardware a nivel global.
Las caídas más pronunciadas del año en el segmento de certificados se concentraron en empresas con valuaciones tensionadas y sectores en proceso de reestructuración. Tesla (TSLA) encabezó las pérdidas con un retroceso del 19.7%, afectada por la creciente presión competitiva y la reducción de márgenes operativos. Asimismo, Broadcom (AVGO) registró una caída del 14.3% tras el agotamiento del ciclo alcista en la infraestructura de semiconductores.
Finalmente, Nvidia (NVDA) se posicionó como el activo de mayor volatilidad del año; a pesar de finalizar con un saldo neto positivo del 11%, sufrió correcciones técnicas superiores al 20% en el último trimestre, evidenciando un cambio en la percepción de riesgo por parte de los inversores institucionales. De cara a 2026, los analistas sugieren monitorear de cerca la evolución del contexto internacional y las políticas locales, especialmente en materia fiscal y monetaria, para anticipar movimientos en los mercados y ajustar estrategias de inversión en CEDEARs y bonos.
