El Tesoro recibió bonos en dólares en un canje con el BCRA y el mercado mira al dólar
El Gobierno formalizó un nuevo intercambio de deuda entre el Tesoro y el Banco Central. La novedad es que entran en juego bonos en dólares, lo que despertó especulaciones sobre una posible intervención futura para contener al tipo de cambio.
Por Eric Nesich
Periodista especializado en Economía y Finanzas
El Tesoro Nacional y el Banco Central avanzaron con un nuevo canje de títulos públicos como parte del esquema de manejo de pasivos entre ambos organismos. La operación quedó oficializada a través de la Resolución Conjunta 64/2025 de las Secretarías de Finanzas y de Hacienda, publicada este martes en el Boletín Oficial.
La principal particularidad de este canje es que incluye bonos en dólares, algo que no pasó desapercibido en la City. Apenas se conoció la letra chica, operadores del mercado empezaron a deslizar la sospecha de que esos títulos podrían ser utilizados más adelante por el Tesoro para intervenir en los mercados financieros y, llegado el caso, sostener el precio del dólar.
El mecanismo es relativamente simple en lo formal, pero relevante en lo político y financiero. El Banco Central le entrega al Tesoro una serie de bonos y letras que tenía en su cartera, y a cambio suscribe nuevos instrumentos de deuda emitidos por el propio Tesoro.
En los hechos, el intercambio implica que el BCRA devuelve títulos en pesos, algunos de ellos ajustados por inflación, y recibe a cambio bonos en dólares y letras en pesos con distintos plazos de vencimiento. Para definir cuántos papeles nuevos recibe la autoridad monetaria, se tomaron como referencia los precios de mercado del 26 de diciembre de 2025.
Además, el Banco Central recibe letras en pesos con vencimiento en abril y mayo de 2026, mientras que entrega a cambio letras que vencían en enero de ese mismo año. Con esto, también se logra estirar plazos y descomprimir vencimientos de corto plazo, una obsesión recurrente en la administración de la deuda.
Desde el punto de vista oficial, el canje se enmarca en una estrategia de ordenamiento del balance del BCRA y de coordinación más fina con el Tesoro. Menos vencimientos inmediatos y una cartera más alineada con las necesidades del esquema financiero actual son los argumentos que se repiten puertas adentro.
Sin embargo, en el mercado la lectura va un poco más allá. La presencia de bonos en dólares en esta operatoria suma un elemento de flexibilidad futura para el Tesoro, justo en un contexto donde el dólar sigue siendo una variable sensible. No significa necesariamente que haya una intervención asegurada, pero sí que el Gobierno se guarda herramientas para actuar si el frente cambiario se tensa.
En definitiva, el canje muestra que el manejo de la deuda y de los pasivos del Estado sigue siendo una pieza central del programa económico. Por ahora, el movimiento es técnico y administrativo. El impacto real dependerá de cómo —y cuándo— se usen esos bonos en dólares que ahora cambiaron de manos
