La tarifa de AYSA subirá un 4% mensual entre enero y abril de 2026 para compensar atraso
El aumento gradual busca corregir un rezago tarifario del 21% acumulado en 2025 sin afectar en un solo golpe a los usuarios. El ajuste también considera el nuevo IPC aplicado por el Indec.
Las tarifas del servicio de agua y saneamiento de AYSA experimentarán un incremento del 4% mensual durante el período de enero a abril de 2026. Esta medida tiene como objetivo recuperar un atraso tarifario acumulado del 21% registrado a lo largo de 2025.
El ajuste tarifario afectará a los 3,8 millones de usuarios que reciben el servicio en la Ciudad de Buenos Aires y su conurbano, donde habitan aproximadamente 15 millones de personas. Para evitar un impacto económico en los bolsillos de los usuarios, el aumento se aplicará de forma escalonada y progresiva durante los primeros cuatro meses del año.
Además, el incremento tendrá en cuenta el nuevo Índice de Precios al Consumidor (IPC) que el Indec comenzará a utilizar en 2026, y que otorga mayor peso a los servicios públicos dentro de su cálculo. AYSA identificó dos grupos de usuarios con tarifas diferenciadas: el 48% que reside en zonas bajas gozará de un descuento del 15%, y continuará vigente el programa de Tarifa Social, que beneficia a unas 250.000 personas. Para quienes acceden a este beneficio, el aumento se aplicará únicamente al momento de la renovación del mismo, no de forma inmediata. Como ejemplo, en las zonas altas una factura sin impuestos que en diciembre de 2025 era de $29.317, pasará a $34.296 en abril de 2026.
El aumento fue dispuesto por el Ente Regulador de Agua y Saneamiento (ERAS) y publicado en el Boletín Oficial. La fórmula de actualización toma en cuenta el índice de salarios, el índice de precios internos al por mayor y el índice de precios al consumidor, para lograr un ajuste controlado y gradual. Para paliar el impacto en los sectores más vulnerables, AYSA confirmó que mantendrá vigente el programa de Tarifa Social y el descuento para zonas bajas, tanto para usuarios con uno como dos servicios.
Durante 2025, la tarifa estuvo limitada a un aumento máximo del 1% mensual, lo que generó un rezago respecto del esquema tarifario aprobado en la última revisión. Esta situación, llevó a postergar la actualización para avanzar en la eficiencia operativa de la empresa, mediante la reducción de gastos y optimización de recursos, según explicó AYSA.
El nuevo esquema no contempla retroactividad y corregirá paulatinamente el atraso tarifario. Sobre esto, AYSA aclaró: “Paralelamente la empresa absorberá parte del desfasaje restante para el 2026 mediante un mayor control de gastos y mejoras operativas minimizando el impacto en las facturas”.
Una vez lograda la eficiencia operativa, los recursos adicionales se destinarán prioritariamente a inversiones. La empresa detalló que los ingresos derivados del ajuste tarifario se utilizarán para consolidar las obras previstas en el Plan de Transición, que incluye mejoras y mantenimiento del servicio y ordenamiento financiero para asegurar la sostenibilidad a largo plazo.
El atraso tarifario no reconocido hasta diciembre de 2025 alcanza un 21,05% y será reconocido mediante el coeficiente K sin incorporarse de inmediato en la facturación. Este retraso provocó una caída de ingresos superior a $95.000 millones hasta noviembre, además de postergar gastos e inversiones. La empresa reiteró su compromiso con la calidad del servicio y la sustentabilidad, asegurando que los ajustes permitirán mantener las inversiones necesarias para garantizar el abastecimiento y saneamiento en la región metropolitana.
