Los datos de inflación en Estados Unidos generaron alivio y buenas señales en los mercados
El IPC subyacente subió un 0,3% intermensual y un 3,1% interanual, volviendo a su nivel más alto desde febrero. Sin embargo, lo que más importa para la política monetaria es la composición de la cifra.
Por redacción
En julio de 2025, el índice de precios al consumidor (IPC) en Estados Unidos se mantuvo estable a nivel interanual, con un aumento del 2,7%, exactamente igual que en junio y por debajo del pronóstico del 2,8%. El informe se ajustó en líneas generales a las expectativas, lo que refuerza la opinión de que la inflación está bajo control, aunque no alcance del todo el objetivo.
"La cifra global se vio contenida por la caída de los precios de la energía y la gasolina, mientras que los servicios siguieron siendo el principal motor del aumento general", afirmó Dan Siluk, gestor de carteras de Janus Henderson.
Y analizó: "En nuestra opinión, la Fed ignorará el ruido de la inflación de los bienes y se centrará en las señales macroeconómicas más amplias: la debilidad del mercado laboral, el cansancio de los consumidores y el riesgo de que la ralentización del crecimiento se convierta en deflación a medio plazo. Esta cifra del IPC no descarta una bajada en septiembre, sino que, en todo caso, la respalda".
"Ahora que ya conocemos el IPC, la atención se centra en el informe del índice de precios al productos (IPP) del jueves y en Jackson Hole la semana que viene, donde esperamos que se aclare aún más la evolución de la función de reacción de la Fed", indicó el ejecutivo.
En la misma línea, Eduardo Ramos, analista de VT Markets, aseguró que el mercado interpreta que la tendencia desinflacionaria continúa, aunque a un ritmo moderado. Esto mantiene vivas las apuestas de un recorte de tasas por parte de la Fed en septiembre, probablemente de 25 puntos básicos, y deja abierta la puerta a un segundo movimiento antes de fin de año si los datos de empleo y actividad siguen debilitándose.
"En divisas, el dólar cedió ligeramente terreno frente a divisas emergentes por la menor presión inflacionaria. En el caso de Argentina, el dato refuerza el alivio en el tipo de cambio paralelo y oficial, ya que un dólar más débil reduce parte de la presión cambiaria externa; sin embargo, las expectativas económicas locales siguen condicionadas por la dinámica inflacionaria interna y la política monetaria doméstica. En general, el sentimiento es de moderado optimismo hacia activos de riesgo, con un mercado que empieza a descontar que la Fed podría estar más cerca del final de su ciclo restrictivo", resumió Ramos.
En este escenario, el IPC subyacente subió un 0,3% intermensual y un 3,1% interanual, volviendo a su nivel más alto desde febrero. Sin embargo, lo que más importa para la política monetaria es la composición de la cifra.
La inflación subyacente de los bienes fue más moderada de lo esperado y todavía no hay pruebas claras de que el traspaso de los aranceles esté cobrando impulso. Por su parte, la inflación subyacente de los servicios se vio impulsada por componentes volátiles como las tarifas aéreas y la asistencia médica, categorías que tienen un peso menor en la medida del gasto del consumo personal (PCE, por su sigla en inglés) preferida por la Fed.
En tanto, la inflación de la vivienda subió ligeramente, pero los alquileres siguen situándose en niveles compatibles con una inflación del 2%, lo que sugiere que la desinflación en el sector inmobiliario se mantiene intacta.