Las ganancias corporativas de Estados Unidos subieron fuertemente en el último trimestre de 2024
El temor al alza de precios debido a los aranceles incentivó compras preventivas en el cuarto trimestre, impulsando el consumo y favoreciendo la expansión económica.
Por Gonzalo Andrés Castillo
Redactor especialista en finanzas y mercado de capitales
Las ganancias corporativas de Estados Unidos crecieron fuertemente en el último trimestre de 2024, pero la situación podría ser distinta a partir del trimestre actual, el primero de 2025, por la incertidumbre económica.
La Oficina de Análisis Económico (BEA, por su sigla en inglés) reveló que los beneficios de las compañías estadounidenses aumentaron en USD 204.700 millones en el último trimestre del año pasado, frente a una disminución de USD 15.000 millones en el trimestre previo.
Este crecimiento contribuyó a una expansión del producto bruto interno (PBI) del 2,4% sobre una tasa revisada anualizada, en comparación con el 2,3% estimado previamente. En el tercer trimestre, la economía había crecido a un ritmo del 3,1%.
Un futuro más incierto
El presidente Donald Trump implementó una serie de medidas arancelarias desde su llegada al cargo en enero, lo que generó preocupación entre economistas y empresarios.
La incertidumbre afectó la confianza empresarial y de los consumidores, como lo reflejaron los datos de la Reserva Federal (Fed) y la Universidad de Duke, que mostraron una disminución del optimismo entre los directores financieros en el primer trimestre.
Además, el ingreso bruto interno (IBI), una medida alternativa de crecimiento, subió a una tasa anualizada del 4,5%, frente al 1,4% del trimestre anterior. Sin embargo, señales de desaceleración económica surgieron en el primer trimestre, con estimaciones de crecimiento por debajo del 1,5%.
Factores como las tormentas de nieve, el frío extremo y la incertidumbre comercial afectaron la actividad económica. En respuesta a este panorama, la Fed decidió mantener sin cambios las tasas de interés, lo que expuso la cautela ante el futuro económico del país.
Desafortunadamente, esta falta de certidumbre podría impactar negativamente en las acciones estadounidenses, nucleadas principalmente en el S&P 500.
