Cambios en la CNV: cuáles son los cambios en las reglas del juego para las calificadoras en Argentina
La Comisión Nacional de Valores obligó a las agencias calificadoras a transparentar sus metodologías de evaluación de riesgo, buscando así frenar la arbitrariedad y brindar más información a los inversores sobre los activos financieros.
Las agencias calificadoras de riesgo que operan en Argentina están obligadas a hacer públicas sus metodologías de evaluación de activos financieros. Esta medida, establecida por la Comisión Nacional de Valores (CNV), comenzó a regir ayer con el objetivo de promover la transparencia en un sector que ha sido objeto de críticas por su falta de claridad.
Con esta nueva disposición, el público inversor podrá acceder a los procedimientos utilizados por las calificadoras para determinar el riesgo de los diferentes instrumentos financieros, lo que antes era una información cerrada. La normativa se aplica a acciones, obligaciones negociables, títulos de deuda de corto plazo, títulos públicos, fondos comunes de inversión y fideicomisos financieros.
Alejandro Vanoli, presidente de la CNV, se refirió a esta iniciativa como un “avance importante en términos de transparencia”. Subrayó que la anterior situación permitía que el público accediera únicamente a los dictámenes finales, pero ahora tendrá la posibilidad de conocer cómo se llegan a esos resultados. La medida también se alinea con las propuestas del gobierno argentino en el marco del Grupo de los 20, en lo que respecta a la reforma de la arquitectura financiera internacional.
Este cambio se produce en un contexto de creciente desconfianza hacia las agencias de calificación. En esa etapa, estas agencias mantuvieron calificaciones elevadas para instituciones financieras que posteriormente colapsaron. Las decisiones de estas certificadoras, a pesar de su historial de conflictos de interés y falta de transparencia, continúan teniendo un impacto en la confianza de los inversores.
En el ámbito local, el accionar de Moody's ha suscitado controversia. La semana pasada, la agencia cambió su perspectiva del sistema bancario argentino de “estable” a “negativa”, justificando su decisión en base a un mayor “intervencionismo” por parte del Gobierno. Esta acción fue criticada por empresarios, gremialistas y políticos, quienes la consideraron una “operación” desestabilizadora, al tiempo que resaltaron la fortaleza del sistema bancario argentino. Vanoli también se pronunció al respecto, señalando que “un país como la Argentina, que ha reducido sustancialmente su nivel de endeudamiento, tiene una calificación B+, muy por debajo de países desarrollados que poseen deudas del 100% del Producto Bruto Interno”.
La medida ha sido bien recibida por analistas y expertos del sector, quienes destacan que la transparencia en las metodologías de calificación podría restaurar la confianza en el sistema financiero. Sin embargo, también advierten que será crucial monitorear la implementación de esta normativa para asegurar su efectividad y evitar nuevas controversias.