A pesar de la buena diversificación, muchos en Wall Street están saliendo perjudicados

En teoría, la clave para sobrevivir en los mercados financieros es crear una cartera de inversión que esté correctamente diversificada entre acciones y bonos de diferentes países. No obstante, quienes siguieron esta regla no obtuvieron grandes beneficios en los últimos tiempos.

De los 372 fondos de asignación de activos seguidos por Morningstar, sólo uno pudo superar al S&P 500 desde 2009. En otras palabras, fue más negocio haber comprado únicamente el índice accionario y simplemente esperado.

Estas cartera diversificadas lograron un rendimiento de alrededor del 6% anual durante todo este tiempo, pero, en términos generales, estuvieron por debajo de las compañías de gran capitalización estadounidenses en 13 de los últimos 15 años.

"Lo que vimos en los últimos 15 años es que lo grande se hace más grande", indicó Que Nguyen, director de Inversiones en Research Affiliates. "No querés poner todos los huevos en una sola canasta, pero es difícil mantener la fe", agregó.

Además del gran retorno de la renta variable americana, lo que también genera dudas entre los inversores es el mal desempeño de los bonos, cuyo principal objetivo debería ser brindar protección ante las caídas bursátiles.

"Está muy claro que el mercado de bonos se volvió menos confiable como cobertura en una cartera", dijo David Rogal, gestor de cartera en BlackRock, quien explicó cómo los títulos de deuda retrocedieron junto con las acciones durante la liquidación del 2022.

De todas formas, la estadísticas no deberían afectar de los inversores que siguieron una estrategia diversificada. "La diversificación es tu mejor amiga en tu peor día", comentó David Kelly, estratega global jefe en JP Morgan Asset Management. "La asignación correcta de activos es un poco como un seguro de hogar: nunca sabés cuándo lo vas a necesitar, pero nunca debés sentirte cómodo sin tenerlo", añadió.