Trump y Xi mantienen una llamada clave tras tensiones comerciales, ¿se vienen futuras negociaciones?
En su primera conversación en más de cinco meses, Trump y Xi abordaron temas comerciales y aceptaron que sus equipos se reúnan pronto. Ambos líderes resaltaron la importancia de corregir el rumbo en las relaciones bilaterales.
El presidente Donald Trump y el líder chino Xi Jinping sostuvieron una conversación telefónica el pasado jueves, que tuvo una duración de una hora y media. Este fue el primer contacto entre ambos mandatarios en más de cinco meses, en medio del contexto de tensiones comerciales que han impactado tanto a los mercados globales como al comercio entre Estados Unidos y China. Según Trump, la charla fue "muy buena" y concluyó de una manera "muy positiva para ambos países", tal como indicó en su plataforma Truth Social.
Los reportes de los medios chinos revelan que Xi enfatiza la necesidad de que ambas naciones "corrijan el rumbo" de sus relaciones bilaterales. "Corregir el rumbo del gran barco de las relaciones entre China y Estados Unidos requiere que lo manejemos bien y fijemos la dirección, especialmente para eliminar todo tipo de interferencias e incluso destrucción, lo cual es particularmente importante", expresa Xi a Trump.
Los líderes confirman que sus respectivos equipos negociadores se encontrarán en breve, en un lugar aún por determinar. La delegación de Estados Unidos estará compuesta por el secretario del Tesoro Scott Bessent, el secretario de Comercio Howard Lutnick y el representante comercial Jamieson Greer. Durante el diálogo, Trump también aborda el tema de los productos de tierras raras, señalando que "ya no debería haber más preguntas respecto a la complejidad de los productos de Tierras Raras".
Además, Xi extiende una invitación a Trump y a la primera dama para visitar China, propuesta que el presidente estadounidense acepta: "Como presidentes de dos grandes naciones, esto es algo que ambos esperamos hacer", afirma Trump. En este intercambio, el mandatario norteamericano no hace mención de temas como Rusia/Ucrania o Irán, manteniendo el enfoque en las cuestiones comerciales.
Este intercambio se produce en un contexto en el que el déficit comercial estadounidense experimentó una reducción en abril, cayendo un 55.5% hasta alcanzar $61.6 mil millones, una disminución récord según datos del Departamento de Comercio. Esta reducción va de la mano con la implementación de aranceles del 10% impuestos por Trump sobre casi todos los productos de sus socios comerciales.
Las importaciones también sufren un descenso del 16.3% en abril, alcanzando los $351 mil millones, coincidiendo con la entrada en vigor de estos aranceles generalizados. El comercio entre Estados Unidos y China se encuentra en niveles mínimos desde principios de 2020 durante la pandemia de Covid-19. Oren Klachkin, economista de Nationwide, comenta que "la economía esencialmente ha pausado las importaciones discrecionales y ahora está trabajando con inventarios", mientras que tanto empresas como consumidores prefieren esperar antes de realizar gastos significativos ante la incertidumbre de los aranceles.
Además, Estados Unidos decide duplicar esta semana los aranceles sobre acero y aluminio del 25% al 50%, aunque el Reino Unido queda exento de esta medida. Por su parte, China critica esta acción, calificándola de "proteccionismo típico" que podría "perturbar gravemente la estabilidad de las cadenas de suministro industriales globales".
Ambos líderes coincidieron en la necesidad de un enfoque cooperativo para abordar los desafíos económicos actuales. Los analistas señalan que este diálogo podría ser un primer paso hacia la estabilización de las relaciones, que han estado marcadas por la desconfianza y la competencia. Se espera que la próxima reunión de negociadores sea crucial para definir el futuro del comercio entre las dos potencias.