La Unión Europea prepara nuevas sanciones comerciales contra Rusia
Pese a que desde 2022 no sirvieron para nada y Rusia logró esquivarlas, la Unión Europea continúa sus políticas en contra de Moscú y a favor de Ucrania.
Por Eric Nesich
Periodista especializado en Economía y Finanzas
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, avisó este viernes que están cocinando un nuevo paquete de sanciones contra Rusia para meterle más presión a Vladimir Putin por el conflicto que armó en Ucrania. Todo esto mientras los presidentes de varios países de Europa —incluidos los que no están en la UE— se juntaban en Tirana, la capital de Albania.
La cumbre, que se llama Comunidad Política Europea, fue con varios países invitados. Justo al mismo tiempo, en Estambul se vieron las caras —después de más de tres años sin hablar— delegaciones de Rusia y Ucrania para probar suerte con unas negociaciones de paz. Dicen que fue medio por insistencia de Donald Trump, que metió presión para que se sienten a charlar.
“Putin no quiere saber nada con la paz, así que no queda otra que apretar un poco más las tuercas”, dijo von der Leyen. Según ella, en este nuevo paquete de sanciones quieren incluir a los gasoductos Nord Stream 1 y 2, que se construyeron para mandar gas ruso a Alemania por el fondo del mar Báltico y que se rompieron después de unas explosiones en 2022.
También quieren seguir apuntando a barcos rusos que están medio escondidos en una flota paralela, bajarle el precio tope al petróleo ruso y meter más trabas al sistema financiero de ese país.
Eso sí, algunos diplomáticos europeos dicen que para que estas sanciones nuevas tengan efecto de verdad, hace falta que Estados Unidos se sume y apoye.
Por su parte, Zelenskiy, el presidente ucraniano, estuvo en Tirana con los demás líderes y dijo que lo primero que necesita su país es que se frene el fuego, sin condiciones, así se puede empezar a hablar en serio de una paz duradera.
El domingo pasado, Putin lanzó la idea de hacer una reunión directa con Ucrania en Turquía, pero le esquivó al mano a mano con Zelenskiy y mandó a unos funcionarios de medio pelo a negociar. Las charlas en Estambul duraron menos de dos horas y no salió nada concreto. De hecho, alguien del lado ucraniano dijo que lo que pide Moscú es “inviable”.
Desde la OTAN, el secretario general Mark Rutte dijo que fue un error de Putin mandar una delegación tan de bajo perfil. Y el primer ministro británico, Keir Starmer, no se guardó nada: “Lo que pasó ayer demuestra que Putin no tiene ni la menor intención de buscar la paz”.
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