Bioceres SA en default: el agro en alerta por un nuevo incumplimiento financiero

La histórica empresa dejó de pagar pagarés millonarios y se reavivan los temores en un sector que ya venía golpeado. Desde la compañía aclaran: el problema es de una vieja sociedad residual.

Por Eric Nesich

Periodista especializado en Economía y Finanzas

Hace 5 horas

 

El mundo agroindustrial argentino está con la guardia alta. En medio de un panorama complicado por la crisis económica, se confirmó que Bioceres SA dejó de cumplir con el pago de pagarés bursátiles por más de 5 millones de dólares en junio, y ya se espera que en julio la cifra impaga sume otros 2 millones. El dato encendió las alarmas, sobre todo porque Bioceres siempre fue un peso pesado en la biotecnología aplicada al agro, con negocios que van desde semillas hasta insumos y una presencia fuerte incluso en la Bolsa de Nueva York.

 

Pero detrás del título rimbombante del “default” hay una trama empresarial bastante enredada. Según explicaron fuentes que conocen bien el tema, Bioceres SA hoy es una especie de cáscara vacía, una sociedad que quedó rezagada tras una reestructuración interna. La verdadera compañía que maneja el negocio agrícola, Bioceres Crop Solutions (la que cotiza como BIOX en el NASDAQ), ya no tiene relación directa con la vieja Bioceres SA, más allá de que en un informe del año pasado figuraban como vinculadas.

 

Desde el entorno de Bioceres remarcan que el default es exclusivamente de Bioceres SA, esa sociedad residual que ya no forma parte del grupo que desarrolló el famoso trigo HB4 resistente a la sequía y que cosechó elogios en todo el mundo. En cambio, BIOX sigue en carrera, cotizando en el exterior y con sus principales unidades de negocio intactas, como Rizobacter, Bioceres Semillas y ProFarm, bajo la conducción de Federico Trucco.

Además, en los últimos meses se dieron cambios fuertes en el directorio de BIOX, con la salida de algunos nombres históricos y el ingreso de figuras como Noah Kolatch y Scott Crocco, que llegan con la misión de reforzar la pata financiera. Y mientras tanto, el viejo holding Bioceres Group Limited se fusionó con Moolec y otras firmas, dando origen a MLEC, una nueva compañía centrada en el mundo del food-tech y las ciencias de la vida.

 

Lo que está claro es que los que tienen en mano los pagarés que no se pagaron van a tener que reclamarle a MLEC y no a BIOX. Este reordenamiento empresarial marca un antes y un después, y deja en evidencia cómo los grandes grupos se las ingenian para separar negocios exitosos de las deudas complicadas.

 

El entramado societario no deja de ser confuso, dado que el año pasado Bioceres S.A y Bioceres Crop Solutions (BIOX) aparecían como vinculadas. Pero de la noche a la mañana ahora resulta que no tienen nada que ver entre si. Pero el incumplimiento de pagos se realizó, más allá de los cambios de nombres.

La situación también reaviva el debate sobre los riesgos que enfrentan los inversores en un contexto de empresas con estructuras cada vez más complejas y difíciles de seguir. En el campo, muchos productores miran de reojo lo que pasa con Bioceres y se preguntan si estas maniobras societarias no son un síntoma de los tiempos que corren, donde los números no siempre cierran como se espera.

 

La acción de BIOX en Wall Street cerró un -1% a la baja ayer jueves en torno a los 4,94 dólares cada una.
 

 

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