La Casa Blanca consideraría reducir los aranceles a China: ¿Cómo sigue la guerra comercial?

Aunque no hay nada confirmado, desde el entorno de Trump dejaron entrever que podrían bajar los aranceles a productos chinos importados, mientras se preparan para sentarse a charlar con Pekín. La medida no sería por cuenta propia, sino parte de una negociación más amplia.

Esto se empezó a comentar después de que el Wall Street Journal dijera que la Casa Blanca anda evaluando aflojar un poco con las tasas para descomprimir tensiones. Según el diario, los aranceles podrían pasar del 145 por ciento actual a un rango del 50 al 65 por ciento. Nada liviano igual, pero sí una baja considerable.

Trump no fue muy claro cuando le preguntaron por el tema. Se limitó a decir que quieren llegar a un "acuerdo justo" con China, sin dar mayores detalles. El vocero de la Casa Blanca, Kush Desai, salió a poner paños fríos y dijo que mientras no lo diga Trump, todo es puro humo.

Pese a eso, el mercado se lo tomó con optimismo. Las acciones pegaron un salto, especialmente después de que el presidente también bajara el tono con respecto a su bronca contra el jefe de la Reserva Federal, Jerome Powell. El S&P 500 se disparó casi un 3 por ciento en la mañana.

Del lado chino también hay reacción. Pekín respondió con aranceles del 125 por ciento a productos norteamericanos, sumado a otras medidas. Y para colmo, las charlas paralelas sobre el tema del fentanilo entre ambos países vienen medio estancadas.

Desde el Tesoro estadounidense reconocieron que estas tarifas no se pueden sostener por mucho más, pero no hay fecha concreta para empezar a negociar en serio. Mientras tanto, empresas como la naviera alemana Hapag-Lloyd ya informaron que el 30 por ciento de sus envíos desde China a EE.UU. están cancelados.

El Journal también informó que una de las ideas en carpeta es aplicar un sistema escalonado: tarifas más bajas para productos sin riesgo estratégico y mucho más altas (100 por ciento o más) para lo que se considere clave para la seguridad de EE.UU. Sería algo que se implementaría de a poco en un lapso de cinco años.

Y no es lo único. Además de los aranceles a China, Trump metió un 10 por ciento general para todas las importaciones, y subió aún más los de acero, aluminio, autos y otros sectores sensibles como medicamentos y tecnología.

El Fondo Monetario ya salió a advertir que este tipo de medidas puede frenar el crecimiento económico global y disparar la deuda. Así que habrá que estar atentos. Por ahora, todo es incertidumbre.