Aumentan las tarifas de colectivos y el saldo negativo de la tarjeta SUBE: de cuánto será
El saldo negativo de la tarjeta SUBE se mantendrá en -$1200, con ajustes del 4,8% que comenzarán el 1 de junio para diversos recorridos.
Desde el 23 de mayo, las tarifas de los colectivos en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) sufrieron un incremento que se aplicará en tres etapas mensuales. Este ajuste tiene como objetivo actualizar los valores de los viajes, lo que genera inquietudes entre los usuarios, especialmente en relación al saldo negativo que permite la tarjeta SUBE.
En la actualidad, el saldo negativo permitido es de -$1200, equivalente a tres pasajes mínimos. No obstante, cabe señalar que no todas las líneas del transporte ofrecen el mismo monto de saldo negativo de emergencia. Por ejemplo, en el transporte fluvial del Delta y en los trenes Mitre, Sarmiento, Roca, San Martín, Belgrano Norte y Belgrano Sur, el límite es de -$650. Mientras tanto, la línea Urquiza permite un saldo negativo de -$480.
A partir del 1 de junio, se implementará un ajuste del 4,8% en las tarifas, lo que significará un cambio en los precios. Las nuevas tarifas para recorridos de 0 a 3 km pasarán de $450,63 a $472,27; de 3 a 6 km, de $502 a $526,10; de 6 a 12 km, de $540,68 a $566,65; y de 12 a 27 km, de $579,39 a $607,21. Este esquema tarifario se extiende, ya que en detalles de secciones, el primer tramo se ajustará de $451,01 a $472,66 y así sucesivamente.
Además, los precios del subte y del premetro también se modificarán, con una nueva tarifa de subte que pasará de $919 a $963, y la del premetro de $323 a $338,50.
En cuanto a las autopistas, se prevén aumentos significativos, con tarifas de 25 de Mayo y Perito Moreno para autos que subirán de $3.729,84 a $3.908,79, mientras que para motos, ese mismo trayecto pasará de $1.764,30 a $1.849,99.
Aseguran que los incrementos en las tarifas han generado un descontento entre los pasajeros, quienes expresan su preocupación por el impacto en sus bolsillos. Organizaciones de usuarios ya han convocado a manifestaciones para exigir una revisión de estas medidas, argumentando que el aumento es desproporcionado en un contexto de alta inflación y salarios estancados. Las autoridades de transporte han defendido los aumentos, argumentando que son necesarios para mantener la calidad del servicio y asegurar la sostenibilidad del sistema.