Inflación en Argentina: mayo cerró en 1,5%, el índice más bajo en cinco años
La inflación de mayo fue del 1,5% y marcó el mejor dato en cinco años. La desaceleración de precios se consolida, pero los desafíos económicos siguen presentes.
Por Eric Nesich
Periodista especializado en Economía y Finanzas
El INDEC publicó este jueves un dato que sorprendió a más de uno: la inflación de mayo fue del 1,5%, el nivel más bajo en cinco años. Para encontrar un número similar hay que remontarse a mayo del 2020, cuando el índice también marcó 1,5%. Este registro viene a reforzar una tendencia a la baja que se viene dando en los últimos meses, después de las reformas económicas que lanzó el Gobierno.
Menos presión en los precios
Comparado con meses anteriores, el alivio es notorio. En abril la inflación fue del 2,8% y en marzo, del 3,7%. Es decir, el ritmo de suba de precios viene desacelerando con fuerza. Buena parte de esta mejora se explica por decisiones clave del Ejecutivo, como haber levantado el cepo cambiario y haber implementado un esquema de flotación del dólar dentro de bandas. Eso ayudó a calmar el dólar y, con él, a enfriar un poco los precios.
En lo que va del año, la inflación acumulada es del 13,3%, y si se mira la variación de los últimos doce meses, se ubica en 43,5%. Es un número alto, sí, pero está bastante por debajo de los niveles que se venían registrando en años anteriores. El fenómeno sigue siendo un problema de fondo, pero los números muestran un cambio de tendencia.
De acuerdo con el Indec, las dos categorías que mostraron las menores subas en mayo de 2025 en comparación con abril fueron Alimentos y bebidas no alcohólicas (0,5%) y Transporte (0,4%).
La división con mayor incidencia en las regiones GBA, Pampeana y Cuyo fue Restaurantes y hoteles (3,0%). En cambio, en Noreste y Noroeste la mayor incidencia se registró en Alimentos y bebidas no alcohólicas (0,5%), mientras que en Patagonia fue Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles (2,4%)”, agregó el organismo.
La categoría que presentó el mayor incremento mensual fue Comunicación (4,1%), impulsada por aumentos en los servicios de telefonía e internet. En segundo lugar se ubicó Restaurantes y hoteles (3,0%), debido a las subas en restaurantes y comidas fuera del hogar.
“A nivel de las categorías, los bienes y servicios en el IPC núcleo (2,2%) lideraron el incremento, seguidos de los precios Regulados (1,3%) y los Estacionales (-2,7%)”, informó el instituto de estadísticas.
Entre los alimentos que más redujeron su precio se destacaron algunas verduras: la lechuga (-25,3%), el limón (-23%), la naranja (-10,5%) y el tomate redondo (-8,9%).
Lo que pasó en la Ciudad de Buenos Aires
Unos días antes, se había conocido el índice de inflación porteño, que mide el Gobierno de la Ciudad. Ahí también se registró una baja importante: 1,6% en mayo, el menor dato en cinco años. En lo que va de 2025, el IPC de la Ciudad acumula una suba del 12,9%, y la interanual está en 48,3%.
Las expectativas del mercado se quedaron cortas
El mercado había proyectado una inflación más alta para mayo. Según el Relevamiento de Expectativas del Banco Central, se esperaba un 2,1%. La realidad terminó siendo mejor, lo que muestra que las medidas oficiales están teniendo efecto más rápido de lo que muchos pensaban. Para los próximos meses, se espera que el índice siga bajando, tanto en términos generales como en lo que respecta al IPC núcleo, que excluye precios regulados y estacionales.
Eso sí, los analistas remarcan que, si bien se está logrando cierta estabilidad macroeconómica, todavía falta bastante para que eso se traduzca en una mejora del poder adquisitivo o una recuperación real de los ingresos.
Los economistas coinciden en que la baja de mayo se debe, en parte, al nuevo esquema cambiario y a un freno en la emisión monetaria. La salida del cepo en 2024 permitió mayor libertad en el mercado de divisas y eso le sacó presión a los precios de los productos importados. Además, el nuevo sistema de flotación del dólar dentro de bandas le puso un freno a las expectativas de devaluación, un motor habitual de la inflación argentina.
También ayudaron los precios de productos de consumo masivo, sobre todo alimentos frescos como verduras y legumbres, que cayeron con fuerza por una cuestión estacional. Acá tuvo que ver tanto una mayor oferta estacional como una mejora en la distribución. Pero los especialistas advierten: este freno puede ser transitorio si suben los costos energéticos, se mueve el dólar o se reactiva fuerte el consumo.
Lo que se viene
El dato de mayo es, sin dudas, un respiro. Pero nadie se atreve a cantar victoria todavía. Para que la tendencia siga firme, va a ser clave que el Gobierno mantenga el rumbo con políticas fiscales y monetarias consistentes. La inflación más baja es un alivio, sobre todo para los bolsillos más golpeados, pero el dato interanual todavía muestra que los precios siguen creciendo rápido.
Ahora el desafío es doble: contener la inflación sin frenar del todo la actividad económica. Las proyecciones marcan que el índice podría seguir bajando, pero si el mundo se complica o hay sobresaltos en el mercado interno, el escenario podría cambiar.