Argentina retoma exportación de gas natural a Uruguay para generación eléctrica
Pan American Energy y UTE firmaron un contrato para enviar gas de Vaca Muerta vía Gasoducto Cruz del Sur, impulsando la generación térmica en Uruguay y reduciendo costos y emisiones.
Pan American Energy (PAE) y la Administración Nacional de Usinas y Trasmisiones Eléctricas (UTE) de Uruguay acordaron un contrato para exportar gas natural extraído de Vaca Muerta, que será destinado a la generación térmica en el país vecino. El suministro se realiza a través del Gasoducto Cruz del Sur, que conecta Punta Lara, en Argentina, con las localidades uruguayas de Colonia y Montevideo. Este gasoducto es propiedad de un consorcio integrado por Pan American Energy, la empresa estatal uruguaya Ancap, Harbour Energy y Shell.
En los últimos 10 días, PAE ya entregó más de 7 millones de metros cúbicos de gas natural, y se espera que los volúmenes exportados aumenten durante la temporada de verano, impulsando la demanda energética en Uruguay. El gas suministrado se utiliza para alimentar la central térmica de ciclo combinado en Punta del Tigre, lo que permite sustituir combustibles más caros y contaminantes, logrando así un ahorro en los costos de generación eléctrica y una reducción en las emisiones contaminantes para Uruguay.
PAE es uno de los principales productores de gas natural en Argentina, abasteciendo el mercado interno y exportando sus excedentes a mercados regionales, lo que representa una importante fuente de divisas para el país. A partir de 2027, a través del consorcio Southern Energy (SESA), la empresa planea consolidarse como un actor clave en el mercado global de gas natural licuado (GNL). Por su parte, UTE es la empresa pública encargada del sector eléctrico en Uruguay, responsable de las actividades de generación, transmisión, distribución y comercialización de energía eléctrica, además de ofrecer servicios de asesoría y asistencia técnica en todo el territorio nacional.
El acuerdo fortalece la integración energética regional y contribuye a la seguridad del suministro en Uruguay, especialmente durante picos de demanda. Además, favorece la transición hacia fuentes más limpias, alineándose con los compromisos ambientales de ambos países. Se espera que esta colaboración se mantenga a largo plazo, potenciando el desarrollo energético regional y generando beneficios económicos y ambientales para ambas naciones, en un contexto de creciente demanda y desafíos climáticos.
