¿PIX, tarjeta o efectivo? Cómo elegir la mejor opción de pago en Brasil

En los primeros 11 meses de 2025, los destinos brasileños registraron la llegada de 3,1 millones de argentinos.

Por Gonzalo Andrés Castillo

Redactor especialista en finanzas y mercado de capitales

Hace 0 horas

Este año los argentinos colmaron las playas y ciudades de Brasil y con las vacaciones de verano a la vuelta de la esquina, se espera una nueva oleada de viajeros. El país vecino sigue batiendo récords de turismo internacional: entre enero y noviembre de este año, registró 8,3 millones de llegadas de viajeros de otros países y se proyecta que cerrará el 2025 con más de 9 millones, según datos de Embratur.

 

Argentina sigue siendo el mayor emisor de turistas a Brasil. En los primeros 11 meses de 2025, los destinos brasileños registraron la llegada de 3,1 millones de argentinos, una cifra un 82,1% superior a la del mismo periodo de 2024. Chile ocupa el segundo lugar entre los mayores emisores, con 721.497 llegadas, y Estados Unidos el tercer lugar, con 677.888 llegadas.

 

A la hora de viajar, una de las dudas más frecuentes es cuál es la forma de pago más conveniente y segura en Brasil. Una de las novedades para facilitar las compras durante el viaje es PIX, un sistema de transferencias instantáneas que revolucionó el mercado financiero local y que hoy utilizan el 76,4% de los brasileños, según datos del Banco Central brasilero.

 

“Ya sea por la belleza de sus playas o por la conveniencia del tipo de cambio, Brasil continúa siendo uno de los destinos predilectos de los argentinos. La facilidad de operar con métodos innovadores es, además, una ventaja que cada vez más usuarios aprovechan. En el poco tiempo que PIX lleva disponible en Global66, más del 40% de los clientes que realizan transferencias internacionales a Brasil ya han usado esta solución”, dice Sebastián Díaz de Valdés, Country Manager Argentina de la fintech latinoamericana Global66.

 

Pros y contras, ¿cómo conviene pagar en Brasil?

 

Pagar con PIX tiene múltiples ventajas. La primera es que permite transferencias instantáneas las 24 horas y goza de una aceptación prácticamente universal en Brasil. Al debitar directamente en reales, evita costos adicionales de tipo de cambio y ofrece un nivel de seguridad superior, ya que no expone datos de la tarjeta. En términos financieros, resulta óptimo: sólo implica la conversión inicial a reales y luego funciona como un sistema confiable y ampliamente seguro para turistas y residentes. La única contra es que su uso requiere conexión a internet o datos móviles, lo que puede ser una limitación en zonas con baja cobertura, aunque lo cierto es que el acceso a conectividad en la región es cada vez mayor.

 

El uso de tarjetas de crédito internacionales sigue siendo una opción frecuente entre los turistas, especialmente por la amplia cobertura de seguros que ofrecen y su aceptación en hoteles, restaurantes y grandes comercios. Sin embargo, presentan desventajas: los bancos emisores aplican comisiones por transacciones en el exterior que pueden elevar el costo total de cada compra entre un 4,5% y un 7%, además del riesgo de clonación en operaciones poco seguras. No resultan útiles en negocios informales o en aquellos que no aceptan pagos electrónicos. Su nivel de aceptación es alto en establecimientos formales, aunque la seguridad es estándar y menor en comparación con sistemas como PIX.

 

El efectivo sigue siendo el recurso más básico y, a la vez, el menos conveniente para los turistas. Su aceptación es universal —desde propinas hasta compras en mercados locales— y no requiere conexión a internet. Sin embargo, implica riesgos elevados: desde robos o pérdidas hasta posibles estafas en transacciones informales. Además, manejar grandes montos resulta incómodo y el costo financiero es mayor, ya que las casas de cambio aplican spreads altos sobre la conversión. En términos de seguridad, es la opción más vulnerable.

 

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