El Bonar 2029N tuvo su debut y los bancos se quedaron con la mayor parte

La primera emisión en moneda dura en ocho años dejó una señal clara en la city: las entidades financieras fueron las grandes compradoras. Con la operación, Economía engrosó sus reservas propias justo antes de los fuertes vencimientos de enero.

Por Eric Nesich

Periodista especializado en Economía y Finanzas

Hace 1 hora

Los bancos fueron los protagonistas centrales de la colocación del Bonar 2029N (AN29), la primera licitación de deuda en dólares que realiza la Argentina en casi una década. Así lo señala uno de los informes más comentados del mercado, que cruzó la evolución de los depósitos privados en dólares con los encajes que mantienen las entidades en el Banco Central.

 

La operación no solo sirvió para testear el apetito del mercado, sino también para fortalecer la posición del Tesoro. Con la liquidación del nuevo bono, el Ministerio de Economía logró que sus depósitos en moneda estadounidense trepen hasta cerca de los u$s2.000 millones, una cifra clave de cara a los importantes pagos de deuda previstos para enero.

 

De acuerdo con la consultora 1816, tras la colocación de casi u$s1.000 millones a una tasa del 9,26%, los depósitos privados en dólares cayeron apenas u$s227 millones el día de la liquidación. En paralelo, los encajes en moneda extranjera de los bancos en el BCRA se redujeron en u$s874 millones. “Los números no son definitivos, pero todo indica que los bancos fueron los principales compradores del AN29 en el mercado primario”, resumieron.

 

El Gobierno había desplegado previamente una batería de incentivos para ampliar la base de demandantes. Por un lado, habilitó a las compañías de seguros a comprar el bono vía cauciones en dólares. También permitió a los individuos aprovechar la brecha cambiaria con una operatoria que incluía dólar oficial y venta posterior contra MEP, y abrió la puerta a que los bancos capturen el spread cambiario con un plazo de espera de 90 días.

 

En ese marco, 1816 estimó que las aseguradoras explicaron alrededor del 16% de la colocación. El volumen operado en cauciones en dólares subió cerca de u$s150 millones diarios desde el día posterior a la subasta, lo que permite inferir que ese sector tuvo una participación relevante, aunque lejos de ser mayoritaria.

 

En cambio, los datos no muestran una intervención fuerte de los pequeños ahorristas. Los depósitos privados totales en dólares en bancos comerciales bajaron muy poco el día de la liquidación, incluso contando a las aseguradoras, lo que refuerza la idea de que los individuos no salieron masivamente a comprar el bono.

 

En la city también miran más allá del corto plazo. Para varias consultoras, la colocación del AN29 marcó un punto de inflexión. “Argentina ya recuperó el acceso al mercado local en dólares y ahora solo resta avanzar con el Presupuesto 2026 para poder volver a emitir bajo legislación extranjera sin chocar con la ley vigente”, señalaron desde Facimex.

 

A eso se suman los anuncios cambiarios del Banco Central, que reconfiguró las bandas de flotación y puso en marcha un esquema de compra de reservas. Con una remonetización prevista de la base monetaria, el BCRA estima que podría adquirir hasta u$s10.000 millones sin esterilizar, un dato que alimenta las expectativas de una baja adicional del riesgo país.

 

Con este combo —orden fiscal, señales al mercado y algo más de previsibilidad—, en el mercado creen que el riesgo país todavía tiene margen para seguir comprimiendo. Algunas proyecciones ya lo ubican en torno a los 500 puntos básicos, un nivel que no se veía desde hace tiempo y que vuelve a poner sobre la mesa la chance de un regreso pleno al financiamiento voluntario.

 

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