El petróleo se estabiliza en medio de disparadores mixtos

La preocupación dominante en el mercado sigue siendo un potencial exceso de oferta a finales de este año y en 2026.

Por Gonzalo Andrés Castillo

Redactor especialista en finanzas y mercado de capitales

Hace 2 horas

Los mercados petroleros mundiales se vieron sacudidos por la volatilidad que siguió a un ataque de drones y misiles ucranianos dirigido al puerto ruso de Novorossiysk en el Mar Negro. Este puerto es una infraestructura crítica, responsable de aproximadamente una quinta parte de los envíos de petróleo crudo de Rusia, con un volumen de exportación de alrededor de 761.000 barriles por día.

 

Inicialmente, el ataque del viernes pasado inyectó una prima de riesgo geopolítico en los precios. La suspensión temporal de las exportaciones en Novorossiysk y en la vecina terminal del Consorcio del Oleoducto del Caspio (CPC) provocó que los precios del crudo Brent subieran más del 2% al cierre de esa semana, ya que los operadores temían una interrupción prolongada del suministro.

 

Sin embargo, el sentimiento del mercado cambió bruscamente a la baja tan pronto como surgieron informes de la industria y datos de seguimiento que confirmaban la reanudación de las operaciones.

 

A pesar de los daños causados en algunos muelles, Novorossiysk reinició la carga de petróleo el domingo, mucho antes de lo que muchos analistas habían anticipado. Esta pronta recuperación fue interpretada como una señal bajista, ya que disipó el riesgo inmediato de suministro. Como resultado, los futuros del Brent cayeron por debajo de los USD 64 por barril, y el WTI retrocedió hacia el nivel de los USD 59.

 

Más allá de los eventos puntuales en el Mar Negro, la preocupación dominante en el mercado sigue siendo un potencial exceso de oferta a finales de este año y en 2026. Tanto los miembros de la OPEP+ como los productores que no pertenecen al cártel están aumentando su producción en un contexto de desaceleración del crecimiento de la demanda.

 

A esto se suma la presión de las crecientes sanciones de Estados Unidos sobre los gigantes energéticos rusos como Rosneft y Lukoil, lo que ha llevado a grandes compradores, especialmente en India y China, a reducir sus compras. Esta situación ha provocado que el crudo insignia ruso, el Urales, se negocie con descuentos históricamente amplios con respecto al Brent, cayendo a sus niveles más bajos desde principios de 2023.

 

En este panorama, la rápida normalización de las exportaciones en Novorossiysk permitió al mercado reenfocarse en estos fundamentales de la oferta y la demanda, limitando cualquier alza sostenida en los precios impulsada por la geopolítica.

 

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