El 60% de la ganancia del campo se va a parar a impuestos

La mayor carga impositiva se da en tributos nacionales no coparticipables, principalmente los Derechos de Exportación o DEX. Ese dinero no vuelve a las provincias que lo generaron, en una actividad caracterizada por su federalismo.

Por redacción

Hace 1 hora

Se publicó el icónico Índice FADA trimestral que mide qué pasa con lo que queda una vez que el productor cubre los costos.

 

“Cuando un productor siembra trigo, soja, girasol o maíz va a tener ingresos por la venta de esos granos. A su vez, tiene diferentes gastos como fertilizantes, insumos, mano de obra. La diferencia entre los ingresos por venta y los costos por producir es lo que denominamos Renta Agrícola. De la renta, 6 de cada 10 pesos se van en impuestos, más de la mitad”, explica Antonella Semadeni, Economista de FADA.

 

¿Cuáles son los beneficios que perdemos todos?

La mayor carga impositiva se da en tributos nacionales no coparticipables, principalmente los Derechos de Exportación o DEX. Ese dinero no vuelve a las provincias que lo generaron, en una actividad caracterizada por su federalismo.

 

¿Qué pasaría si esa recaudación pudiera destinarse a inversiones? “Hicimos un ejercicio y llegamos a la conclusión de que en cada provincia argentina se podrían crear e instalar: 2 plantas de bioetanol, 5 molinos harineros, 9 criaderos de cerdo, 2 frigoríficos de cerdo y 2 de bovino y 3 plantas de biogás. Esto generaría miles de puestos de trabajo para que funcionen estas nuevas plantas, es decir familias que pueden vivir de esos nuevos empleos. Pero además, esto genera que esa gente pueda comprar más y acceder a más servicios”, detalla Fiorella Savarino, economista de FADA.

 

De todos los impuestos que paga una hectárea agrícola, el 62,2% son nacionales no coparticipables, es decir, que no vuelven a las provincias. El 31,2% son nacionales coparticipables, 5,8% corresponde a los impuestos que cobran las provincias y un 0,8% son los municipales.

 

Desde FADA sostienen que el total recaudado podría destinarse a inversiones productivas, mejoras en infraestructura o financiamiento de proyectos clave en las provincias: cada peso pagado en impuestos representa un recurso que deja de estar disponible para generar más producción, más empleo y más desarrollo local.

 

Lo que se pierde en fletes

Las economistas indican que el precio de los fletes registró una disminución tanto en pesos como en dólares, pero sigue siendo un costo más que significativo: “Como referencia, 2 de cada 10 camiones de maíz que salen de Córdoba, San Luis y La Pampa se destinan a fletes. En Buenos Aires y Entre Ríos, es 1 de cada 10. En Santa Fe, menos de 1 de cada 10 camiones corresponde al costo de transporte, porque el grueso de la producción se encuentra relativamente cerca de los puertos”.

 

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