Cloudflare, el gigante de la seguridad web, se cayó y dejó a medio Internet sin funcionar
La falla afectó a X, Canva, ChatGPT y otros sitios clave; la empresa dice que ya trabaja en la recuperación, pero el impacto se sintió fuerte en todo el mundo.
Por Eric Nesich
Periodista especializado en Economía y Finanzas
Cloudflare, la empresa que actúa como una suerte de “escudo” para miles de sitios y servicios online, arrancó este martes 18 de noviembre con una caída que desató un tembladeral digital. Desde temprano, usuarios de distintos países reportaron problemas para usar plataformas que, en teoría, estaban funcionando bien… salvo por un detalle: el intermediario que protege y canaliza buena parte del tráfico mundial estaba fallando.
Entre los servicios alcanzados se destacan X (ex Twitter), Canva, ChatGPT y varias aplicaciones más. Las páginas, en general, cargaban, pero se trababa la comunicación entre los servidores y los usuarios, justamente la parte que maneja Cloudflare. Y cuando ese engranaje se traba, la máquina completa empieza a hacer ruido.
Mientras tanto, el panorama era claro en plataformas como Downdetector: X, OpenAI-ChatGPT, League of Legends, Canva y hasta Tinder mostraban picos de fallas. Incluso el sitio oficial del gobierno argentino devolvía un mensaje categórico: “Internal server error. There is an internal server error on Cloudflare’s network”.
Uno de los avisos que más desconcierto generó fue el de “desbloquee challenges.cloudflare.com”. Muchos pensaron que se trataba de un virus o de un problema de conexión hogareña, pero no: era simplemente la forma en la que se manifestaba el error de la propia red de Cloudflare. En pocas palabras, el usuario no podía hacer nada más que esperar.
El caso de X fue uno de los más comentados. Según Downdetector, los reportes empezaron alrededor de las 8.30, y los problemas se dividían así: 51% dificultades para cargar contenido, 27% problemas en la app y 22% fallas directamente en la web. Varios podían entrar, pero solo veían publicaciones viejas. Intentar cargar un perfil o enviar un mensaje derivaba en el clásico aviso: “No se pueden recuperar los posts en este momento”.
Otros ni siquiera llegaban a eso: pantalla blanca y un contundente “Internal server error”. Nada que ver con la señal, nada que ver con el dispositivo: era la misma plataforma la que no podía responder.
A diferencia de la caída de AWS de hace un tiempo, que se originó en un servidor puntual en Virginia y generó un efecto dominó, lo de Cloudflare fue más amplio y, en cierto punto, más impredecible. No respondió a un foco específico, sino a un problema estructural dentro de su red global.
Aunque la empresa aseguró que buena parte de los servicios ya estaban volviendo a la normalidad, el episodio dejó en evidencia lo dependiente que se volvió el ecosistema digital de unos pocos gigantes que, cuando caen, hacen temblar a todos. Y, como suele pasar, detrás del “no anda nada”, aparece la pregunta de fondo: ¿qué tan preparados estamos para un apagón de Internet más serio?
