El consumo privado volvió a sorprender y tuvo su mejor octubre en ocho años

Con subas sólidas en autos, motos, crédito y compras con tarjeta, el termómetro del gasto de los hogares sigue marcando firmeza pese a la volatilidad económica.

Por Eric Nesich

Periodista especializado en Economía y Finanzas

Hace 2 horas

El consumo privado argentino sigue mostrando fuerza en plena transición económica. Según el Índice de Consumo Privado (ICP-UP) que elabora la Facultad de Negocios de la Universidad de Palermo, octubre cerró con un crecimiento interanual del 3,9% y acumuló un 12,2% en los primeros diez meses del año frente a 2024. Con estos números, octubre de 2025 se convirtió en el mejor registro desde 2017.

 

Si bien el indicador marcó una baja mensual del 1,5%, se trata de un ajuste leve después de un agosto flojo (-2,8%) y un septiembre positivo (+1,8%), dentro de lo que los analistas describen como la “volatilidad lógica” del reacomodamiento económico.

 

Los datos sectoriales acompañan esta foto más optimista. La recaudación real del IVA creció 3,5%, las compras con tarjeta volaron 36,1% en términos reales y los préstamos personales crecieron un asombroso 83,3%, señal de que el crédito al consumo volvió a la cancha con fuerza.

 

En los bienes durables —el segmento estrella del 2025— también hubo dinamismo: el patentamiento de autos subió 24,5%, y el de motos, 31,5%. La única nota más floja vino por el lado del cemento en bolsa, con tres meses seguidos de caídas interanuales por la menor actividad en obras chicas.

 

En consumo masivo, el panorama fue más variado: las ventas de combustibles crecieron 7%, la carne vacuna volvió a caer (-2%) y la aviar repuntó fuerte (+12,3%). Al mismo tiempo, los precios relativos siguen reacomodándose bajo el programa libertario y eso se nota en algunos rubros más rezagados, como los restaurantes tradicionales porteños, que acumulan cuatro meses sin reacción.

Pero el movimiento en otros servicios viene más acelerado: el turismo interno, el cine en shoppings y los patios de comida mostraron mejoras desde agosto, dejando atrás el bache que se sintió a mitad de año. En semidurables, el contraste también es claro: mientras las ventas en centros de compras cayeron más del 7,5% interanual en agosto, las jugueterías registraron una suba real del 16,6%.

 

El ICP-UP, una herramienta creada para cubrir el vacío que deja la falta de un dato mensual oficial del INDEC, se basa en un modelo de nowcasting con más de una década de series económicas. Desde la UP destacan que es un indicador “innovador y necesario para medir con precisión el pulso del consumo privado”.

 

De cara a fin de año, el consumo aparece como uno de los motores que mantiene activa a la economía en medio de la transición. La gran pregunta es cuánto más podrá sostenerse este ritmo en un contexto donde las expectativas, el crédito y la estabilidad macro siguen siendo piezas clave del rompecabezas.

 

Por ahora, octubre dejó un mensaje claro: aun con idas y vueltas, las familias siguen moviendo la billetera y la actividad vinculada al consumo mantiene un nivel que sorprendió incluso a los más cautos.

 

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