Desde el campo critican las retenciones al agro y la gestión de Milei: “son y serán un robo con cualquier gobierno”
Desde CARBAP critican con dureza al Gobierno de Milei por no eliminar las retenciones al agro. Aseguran que el productor sigue sin margen, que el país no puede crecer así y que “el bolsillo ya no aguanta más”.
Por Eric Nesich
Periodista especializado en Economía y Finanzas
Ignacio Kovarsky, presidente de la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (CARBAP), fue tajante al hablar de las retenciones: “son y serán un robo con cualquier gobierno”. Según dijo, se sienten decepcionados porque Javier Milei no cumplió con la promesa de eliminar los derechos de exportación apenas asumiera. “El Presidente dijo que al asumir las iba a sacar. No sólo no lo hizo, sino que después las bajó parcialmente y ahora posterga esa baja”, remarcó con desilusión.
Kovarsky se refirió también al reciente decreto que extiende las retenciones para el trigo y la cebada hasta marzo de 2026. “Parece que siempre hay que esperar un par de años. Y mientras tanto, el productor sigue sin margen. Tenemos paciencia, pero el bolsillo ya no aguanta más”, advirtió. Para él, estas medidas no hacen más que seguir ahogando al campo y frenando su potencial.
El dirigente fue más allá y aseguró que este impuesto le puso un techo histórico al desarrollo del país. “Es un impuesto que le puso un techo al desarrollo del país. No hemos logrado hacer entender eso a ningún gobierno. Ni siquiera este, que venía a hacer las cosas distintas”, disparó. Si bien reconoció que hoy hay libertad para exportar, no dejó pasar la comparación con el kirchnerismo, que vivieron como una “embestida”, y también con el macrismo, donde al quitarse las retenciones hubo resultados inmediatos en el campo.
Desde CARBAP sienten que el esfuerzo del productor no está siendo valorado, y que cada día se vuelve más cuesta arriba sostener la actividad. Aunque algunos rubros como el lechero mostraron buenos momentos en otros años, hoy los costos los tienen al borde del colapso. El mensaje del campo es claro: la paciencia se está acabando, y sin un cambio real, no hay forma de que la rueda vuelva a girar.