Denuncian sabotaje en la licitación de la Hidrovía Paraguay–Paraná
Iñaki Arreseygor, director de la Agencia Nacional de Puertos, señaló que actores cercanos a Mauricio Macri boicotearon el proceso. La licitación fue cancelada por la falta de ofertas.
La licitación de la Hidrovía Paraguay–Paraná desencadenó un cruce de acusaciones en el ámbito político y empresarial. Iñaki Arreseygor, quien se desempeña como director de la Agencia Nacional de Puertos, llevó su testimonio ante la Comisión de Transportes de la Cámara de Diputados, donde denunció los sabotajes que sufrió el proceso por parte de diversos actores.
Arreseygor señaló al expresidente Mauricio Macri y a su exministro de Transporte, Guillermo Dietrich, como responsables de lo que consideró un intento deliberado de boicot.
Según su exposición, ciertos sectores vinculados a Macri intentaron obstaculizar la participación de las empresas en la licitación, lo que provocó su eventual colapso. “Una 'mano misteriosa' presionó a las empresas para que no se presentaran a la licitación”, afirmó, subrayando que esto activó una investigación por parte de Defensa de la Competencia sobre posibles delitos cometidos por las firmas implicadas.
El director resaltó que los productores argentinos fueron quienes más sufrieron las consecuencias de la "mezquindad política" de ciertos individuos. En este contexto, Arreseygor criticó la falta de propuestas concretas que acompañaran las denuncias de corrupción, lo que terminó perjudicando a los sectores productivos del país.
La única oferta recibida fue la de la empresa belga DEME, que apuntó a maniobras de direccionamiento a lo largo de todo el proceso. Este contratiempo resultó en la anulación del proceso, que se consideró fallido debido a la escasez de propuestas.
El director de la ANPYN defendió la transparencia del procedimiento licitatorio de los meses previos y explicó que las demoras ocasionaron un incremento en los costos para los productores. Insistió en que el sabotaje fue impulsado por aquellos que, por diversos motivos, se oponían al avance de la licitación y actuaban en función de sus intereses personales.
Desde el gobierno nacional, Manuel Adorni, vocero presidencial, justificó la decisión de dejar sin efecto la licitación citando las presiones e intentos de modificación de los requisitos técnicos que se presentaron. A pesar de que la justicia validó la legalidad del proceso tras responder a diversas impugnaciones, solo se recibió una oferta, lo que imposibilitó avanzar en la licitación.
El futuro de la Hidrovía, vital para el comercio exterior de Argentina, permanece incierto, a pesar de las acusaciones recíprocas entre los actores políticos. Arreseygor reafirmó su compromiso con el futuro del sistema fluvial y la defensa de los intereses de los productores, prometiendo no permitir que "operaciones" provenientes del ámbito político y económico interfieran en este proceso. Sin embargo, el camino hacia la concesión de la Hidrovía parece presentar obstáculos.