Economía post elecciones: ¿Qué se puede esperar del dólar financiero? | Dolarhoy.com

Economía post elecciones: ¿Qué se puede esperar del dólar financiero?

Análisis de una derrota electoral dolorosa que deja al peronismo por primera vez en muchos años sin quorum propio en ambas cámaras.

Por Agustín Martinez | Analista de Inversiones.

 

Mucho se habló y mucho se especuló en torno a la posición que tomaría el gobierno luego de lo que fue el domingo, la confirmación de una derrota electoral dolorosa que lo deja por primera vez en muchos años sin quorum propio en ambas cámaras.

 

El día después deja algunos interrogantes que plantear referentemente a qué caminos tomará el gobierno en cuanto a política cambiaria teniendo en cuenta que es de urgencia cerrar un acuerdo lo antes posible con el Fondo Monetario Internacional.

 

Lo cierto es que los controles cambiarios llegaron para quedarse y la negociación ya no pasa por si controles cambiarios sí, o controles cambiarios no, sino en cómo administrar estos controles y cómo administrar la brecha cambiaria que generan estos mismos.

 

De acuerdo a esto es clave que el gobierno pueda disminuir su intervención discrecional en el tipo de cambio que surge del implícito de AL30. Con ventas de CCL que se estiman en más de 2.000 millones de dólares desde 2020 y ante esta negociación, no se cree que el FMI siga permitiendo esta política.

 

En el periodo de Alberto Fernández el CCL libre evolucionó al ritmo de la emisión monetaria, es decir creció casi igual que el stock de pasivos en pesos del BCRA (Base monetaria, leliqs y pases). Esto sugiere que la brecha es causa de la impericia de un gobierno que le dio rienda suelta a al déficit fiscal y la financiación del mismo mediante emisión.

 

Para intentar achicar el gap entre dólar oficial y dólar financiero surgen alternativas en torno al dólar oficial. Por un lado por ejemplo una devaluación de shock, o una aceleración del ritmo devaluatorio cuanto mínimo al ritmo de la inflación siguiendo la política de crawling peg tomada hasta el momento.  Y en cuanto a los dólares financieros se puede pensar en un desdoblamiento formal o también podría aplicar un sistema gradual de subastas como se implementó en otros países que firmaron un Stand By con el fondo.

 

En las alternativas referidas al dólar oficial a título de opinión, vemos poco probable que se implemente una devaluación de shock. El gobierno oficial logró mantener en gran medida su capital político, sin perder ni un voto de su colchón en PBA y se intentaran tomar medidas suavizadas para no perder su electorado.

 

Por otro lado es mucho más probable una aceleración del ritmo devaluatorio ya que así lo ha demostrado la historia reciente. Después de las legislativas de 2013, el BCRA usó esta estrategia: de mover el tipo de cambio al ritmo de 2% mensual pasó a moverlo 3.8% en noviembre, 6.2% mensual en diciembre y finalmente en enero de 2014 acelero un 16%. Actualmente las condiciones son distintas, el core de la inflación es 3.5% mensual y parece peligroso acelerar sin un programa serio de contención de pass through a precios.

 

Desde la óptica de los dólares financieros el desdoblamiento formal trae el riesgo de que aparezcan tipo de cambios mixtos que hagan que el dólar oficial no refleje en si la evolución del tipo de cambio comercial, ya que se habilitaría a liquidar operaciones a tipo de cambio de implícito financiero. Además es poco probable que ante esta medida ingresen dólares para comprar bonos en pesos, dado el insostenible tamaño del pasivo del BCRA. Un sistema gradual de subastas parece poco probable porque hoy el origen de la brecha es cien por ciento fiscal y no se explica por inversores offshore queriendo salir de sus tenencias en pesos.

 

Está claro que el gobierno deberá tomar medidas pronto y creemos que las definiciones cambiarias que se tomaran no estarán muy alejadas de las opciones planteadas en la nota, de cara a los próximos dos años que restan de mandato el desafío estará en ordenar las cuentas fiscales que son la causa y el origen del nivel de brecha cambiaria actual.