La deuda pública creció más de USD 7.000 millones en agosto por volatilidad cambiaria y emisión de bonos
Según la Secretaría de Finanzas, la deuda de la Administración Central aumentó un 1,6% en agosto frente a julio, influenciada por la fluctuación del dólar y el incremento en la emisión de bonos.
En agosto, la deuda pública de la Administración Central de Argentina aumentó en USD 7.028 millones, alcanzando un total de USD 454.239 millones, informó la Secretaría de Finanzas liderada por Pablo Quirno. Este incremento representa un crecimiento del 1,6% respecto al mes anterior, impulsado por la volatilidad del dólar y la emisión de bonos.
El tipo de cambio mayorista cerró agosto con una baja de $28 respecto a fin de julio, lo que potenció el aumento de la deuda en pesos cuando se convierte a dólares, sumado a la indexación parcial por inflación y la capitalización de intereses. Sin embargo, esta suba se atenuó por amortizaciones, canjes y cancelaciones que superaron las nuevas emisiones, una tendencia observada en los últimos doce meses.
Durante el mes, la reducción de depósitos oficiales en el Banco Central fue de USD 2.333 millones, situándose en USD 10.907 millones, lo que permitió cubrir parte de los vencimientos. Además, la emisión de Boncap en pesos alcanzó el equivalente a USD 13.067 millones. También ingresó el segundo desembolso del acuerdo de préstamo con el FMI por USD 2.645 millones, y se cancelaron Letras del BCRA por USD 3.269 millones. Estas operaciones generaron un aumento consolidado de la deuda del Tesoro y del Banco Central de USD 9.360 millones, que totalizó USD 443.323 millones.
La política de disciplina fiscal implementada por el Ministerio de Economía y la recapitalización del Banco Central tras el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional en abril influyeron en la evolución de la deuda. El incremento se explicó mayormente por la capitalización de intereses de bonos y Letras emitidos previamente. En agosto, las operaciones totales de deuda pública sumaron USD 53.119 millones, con USD 22.740 millones en nuevos financiamientos y USD 30.379 millones en cancelaciones, resultando en una caída neta de USD 7.639 millones durante el mes.
La deuda bajo legislación extranjera se elevó en USD 2.867 millones, alcanzando USD 164.092 millones, impulsada por el desembolso del FMI y nuevos préstamos del Banco Mundial. Mientras tanto, la deuda bajo legislación nacional creció en el equivalente a USD 4.161 millones, situándose en USD 290.137 millones al tipo de cambio mayorista de cierre de agosto, que fue de $1.340 por dólar.
Las operaciones con organismos internacionales, excluyendo al FMI, aumentaron en USD 51 millones hasta USD 38.289 millones, debido a préstamos para la recapitalización del Banco Central y reformas que no requieren legislación. Por su parte, los préstamos con el FMI alcanzaron USD 58.614 millones. Por diferencias cambiarias, los Adelantos del Banco Central a la Tesorería crecieron en USD 63 millones, totalizando USD 3.090 millones.
Entre noviembre de 2023 y agosto de 2025, la deuda bruta de la Administración Central creció en USD 28.936 millones. No obstante, al considerar las transferencias de pasivos del Banco Central al Tesoro y la variación en depósitos oficiales, el stock consolidado mostró una baja neta de USD 43.628 millones.
De cara a septiembre y octubre, la Secretaría de Finanzas anunció que mantendrá una estrategia financiera coherente con la política monetaria para controlar la liquidez en pesos y dólares. En la segunda semana de septiembre, se adjudicaron $6,63 billones en licitaciones de deuda, frente a vencimientos por $7,25 billones de Lecap y otros bonos indexados a inflación y tipo de cambio. Así, el Ministerio de Economía renovó el 91% de los vencimientos en pesos y liberó al mercado $0,62 billones.
La Secretaría de Finanzas aclaró que, para estandarizar las estadísticas, se utiliza el dólar como unidad de cuenta, aplicando el tipo de cambio del último día hábil del período para convertir deudas en pesos, DEG, euro, yen y otras monedas. Las autoridades reiteraron su compromiso con la sostenibilidad fiscal y la reducción gradual del déficit, enfatizando que la evolución de la deuda estará sujeta a la estabilidad macroeconómica y al cumplimiento de las metas pactadas con organismos internacionales.