Bitcoin recupera su estatus de refugio seguro en medio de la agitación del mercado, pero persiste la cautela

Análisis del panorama cripto de esta semana. 

Por Carolina Gama

Country Manager de Argentina para Bitget

 

El repunte de Bitcoin por encima de los $110,000 resalta su papel creciente como cobertura frente a la volatilidad del mercado de bonos, impulsado por el aumento en los rendimientos de los bonos del Tesoro de EE. UU., que ha generado preocupación entre los inversionistas sobre la estabilidad económica en general. Aunque este rally refleja una fuerte demanda institucional —alimentada en parte por los flujos hacia ETF—, su sostenibilidad sigue siendo incierta, ya que condiciones de liquidez más restrictivas podrían afectar negativamente a los activos de riesgo.

 

De cara al futuro, las proyecciones de precio para Bitcoin en 2025 oscilan entre los $120,000 y $200,000, respaldadas por el interés continuo de inversores institucionales y la incertidumbre macroeconómica. Se estima que Ethereum alcance entre $2,800 y $5,000, impulsado por restricciones en la oferta y un crecimiento en los casos de uso relacionados con la tokenización de activos del mundo real.

A medida que refugios tradicionales como el oro tienen un desempeño inferior, Bitcoin gana terreno como diversificador de carteras.

 

Sin embargo, su correlación con las acciones durante momentos de tensión en el mercado y su vulnerabilidad a correcciones abruptas lo mantienen como un activo de alto riesgo. Para la mayoría de las carteras, una asignación prudente estaría en el rango del 2 al 5 %, con cambios macroeconómicos y desarrollos regulatorios que probablemente definirán su trayectoria en el futuro.

 

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