Vuelta a clases sin estrés: cómo organizar la rutina de los chicos de manera saludable
Con una planificación adecuada y algunas estrategias simples, es posible encarar la vuelta al aula de manera tranquila y organizada.
Por redacción
El regreso a clases puede ser un momento desafiante para muchas familias. Luego de las vacaciones, retomar horarios, hábitos de estudio y responsabilidades escolares puede generar estrés tanto en los chicos como en los adultos. Sin embargo, con una planificación adecuada y algunas estrategias simples, es posible encarar la vuelta al aula de manera tranquila y organizada.
1. Ajustar los horarios con anticipación
Es recomendable que, al menos una semana antes del inicio de clases, los chicos retomen progresivamente los horarios de sueño y comida. Acostarse y despertarse a la misma hora que durante el período escolar facilita la adaptación y evita el cansancio excesivo en los primeros días.
2. Preparar un espacio de estudio adecuado
Contar con un lugar tranquilo, iluminado y libre de distracciones es clave para fomentar la concentración. Organizar útiles escolares y materiales con anticipación también ayuda a que los chicos se sientan preparados y motivados.
3. Fomentar una alimentación equilibrada
El desayuno es fundamental para el rendimiento escolar, por lo que debe incluir proteínas, cereales y frutas. También es importante planificar viandas o colaciones saludables para mantener la energía a lo largo del día.
4. Establecer una rutina de actividades
Alternar estudio con recreación es esencial para evitar la sobrecarga y el agotamiento. Se recomienda establecer horarios para el estudio, pero también para el juego, el deporte y el descanso.
5. Dialogar y contener emocionalmente
La ansiedad por la vuelta a clases es normal. Hablar con los chicos sobre sus expectativas, escuchar sus preocupaciones y brindar apoyo emocional contribuye a que el proceso sea más ameno y positivo.
Con organización y paciencia, la vuelta a clases puede convertirse en una oportunidad para establecer hábitos saludables y fortalecer la autonomía de los chicos. Lo importante es acompañarlos en este proceso de manera equilibrada, promoviendo su bienestar y confianza.