¿Cómo impactará el gasoducto Néstor Kirchner en las importaciones?

La faraónica obra del gasoducto Néstor Kirchner contribuirá favorablemente para el abastecimiento de energía en el país permitiendo ahorrar unos u$s3.000 millones en esta primera etapa de desarrollo.

Por redacción

Jueves 13 de julio del 2023 a las 1:01 pm

 

Luego del comienzo del funcionamiento del Gasoducto Néstor Kirchner(GPNK) el pasado domingo, comienza una nueva etapa en materia energética para la Argentina: un ahorro de importaciones equivalentes a millones de dólares. Esto impactará positivamente en la acumulación de reservas del Banco Central (BCRA).

 

Cabe destacar que la primera etapa del GPNK permite una nueva capacidad de transporte de gas natural por 11 millones de m3 diarios (MMm3/d), que fueron asignados a la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (Cammesa). Esta, a su vez, les entregará el combustible de Vaca Muerta a las generadoras térmicas a precios más bajos que otras alternativas.

 

De esta forma, sumando el funcionamiento de dos plantas compresoras por 10 MMm3/d extra, el Mercado Eléctrico Mayorista (MEM) obtendrá un ahorro en los primeros tres años cercano a los u$s3500 millones. Sin el gasoducto, el costo del sistema se proyecta en más de u$s12.850 millones por año, mientras que el GPNK lo abarata a u$s11.650 millones, unos u$s1200 millones de alivio por año. Medido en unidad eléctrica, el costo de la generación pasaría de 84,30 dólares por megavatio-hora a u$s 76,50, un ahorro de u$s 7,80 por MWh.

 

El ahorro que generará será el equivalente a la balanza negativa que tiene el país en materia de importación de gas. Cuando el gasoducto esté completamente operativo el gasto que se evitará será de un total de u$s4.200 millones.

 

Esta gran obra permitirá realizar las siguientes acciones:

  • Sustituir importaciones de combustible alternativo (Fuel Oil y Gasoil) importados para la generación termoeléctrica.
  • Garantizar el abastecimiento de gas para la industria argentina durante el invierno.
  • Ampliar la conexión de gas para usuarios que todavía no tienen acceso (30% de los hogares).
  • Permite enfrentar situaciones del plano internacional que podrían complicar a la Argentina: por ejemplo, la reducción de la producción en Bolivia.
  • También permite compensar el declino de la producción de petróleo convencional en el sur argentino.
  • Exportar a los países limítrofes aquellos remanentes de gas natural.

Por su parte, puede destacarse que el gasoducto tendrá un gran impacto fiscal ya que facilitará la reducción de importaciones que permitiría un ahorro de entre u$s2.400 millones y u$s3.000 millones anuales en la etapa 1 y de hasta u$s5.600 millones en la etapa 2. También beneficiaría a regalías para las provincias productoras. El incremento por recaudación podría llegar a u$s50 millones en la etapa 1 y u$s90 millones en la etapa 2.
Ya con la obra en marcha, se expande la capacidad exportadora argentina resolviendo la etapa del transporte que hoy resulta insuficiente para el potencial que existe. Eso permitirá ahorrar dólares por reducción de importaciones de GNL (Gas Natural Licuado).

 

La estimación respecto del ahorro en dólares para el segundo semestre del 2023, según la fecha en la que se puso en marcha esta obra, comparada con el mismo período de 2022, alcanzaría los u$s1400 millones.

 

Ya con la finalización del segundo tramo, se podría dejar de importar gas y combustibles alternativos para la generación eléctrica y ahorrar en un año completo, considerando la estacionalidad de las importaciones, entre u$s4 y u$s4,3 millones anuales.

 

¿Quiere recibir notificaciones de alertas?