El Banco de Inglaterra recorta la tasa de interés al nivel más bajo en 2 años
Pese al recorte, la inflación sigue siendo un desafío: los precios al consumidor aumentaron un 3,6% interanual en junio, muy por encima del objetivo oficial del 2%.
Por Gonzalo Andrés Castillo
Redactor especialista en finanzas y mercado de capitales
El Banco de Inglaterra redujo este jueves su tasa de interés principal en 0,25 puntos porcentuales, situándola en 4%, en un intento por apuntalar la débil economía británica.
La decisión, ampliamente anticipada por los mercados, fue aprobada por una estrecha mayoría de 5 votos contra 4 en el Comité de Política Monetaria, que busca equilibrar la contención de la inflación con el riesgo de un mayor enfriamiento económico debido a la subida de impuestos y las tensiones comerciales internacionales.
Se trata del quinto recorte desde agosto pasado, cuando el tipo clave se encontraba en 5,25%, su nivel más alto en 16 años. Con esta medida, el banco central espera abaratar el crédito para hogares y empresas, impulsando la confianza y el gasto.
Pese al recorte, la inflación sigue siendo un desafío: los precios al consumidor aumentaron un 3,6% interanual en junio, muy por encima del objetivo oficial del 2%. No obstante, las autoridades monetarias atribuyen esta presión inflacionaria a factores transitorios, como el elevado costo de la energía, y prevén que los precios se moderen durante 2026.
El panorama económico se ve además condicionado por un mercado laboral debilitado. La tasa de desempleo alcanzó el 4,7% en el trimestre hasta mayo, el nivel más alto en cuatro años, reflejando el impacto de los aumentos fiscales previos y de la desaceleración global sobre la contratación.
En el primer trimestre de 2025, el producto bruto interno del Reino Unido creció un 0,7% tras un estancamiento en la segunda mitad de 2024. No obstante, el lento ritmo de expansión, el aumento del costo de la deuda pública y la presión por incrementar el gasto social y en infraestructura podrían obligar al gobierno a elevar impuestos antes de fin de año, lo que limitaría el efecto expansivo del actual ciclo de recortes de tasas.
El Banco de Inglaterra confía en que la reducción de los costos de financiación contribuya a sostener la actividad, aunque reconoce que la economía aún enfrenta obstáculos significativos para recuperar un crecimiento sostenido.