Las acciones de cannabis suben ante una posible norma de Trump: los detalles
Donald Trump firmó o estaba a punto de firmar una orden ejecutiva para reclasificar la marihuana como un narcótico de menor riesgo.
Por Gonzalo Andrés Castillo
Redactor especialista en finanzas y mercado de capitales
Las acciones de empresas vinculadas al cannabis subieron con fuerza en las bolsas estadounidenses ante la expectativa de un cambio histórico en la regulación federal de Estados Unidos.
El movimiento se produjo en medio de informes de que el presidente Donald Trump firmó o estaba a punto de firmar una orden ejecutiva para reclasificar la marihuana como un narcótico de menor riesgo, lo que generó un rally entre los títulos del sector.
Las acciones de Tilray Brands ganaron casi 5%, Canopy Growth subió más de 5% y SNDL avanzó alrededor de 3%. El AdvisorShares Pure US Cannabis ETF también repuntó 6,5% antes del inicio de la jornada bursátil.
El epicentro de este avance fue la posibilidad de que la marihuana fuera reclasificada desde la Lista I, categoría que agrupa drogas consideradas de alto riesgo y sin uso médico aceptado, a la Lista III, donde se incluyen sustancias con menor potencial de abuso y con aplicaciones médicas reconocidas.
Ese cambio no legalizaba por completo el consumo recreativo, pero sí prometía reducir cargas fiscales, facilitar investigación científica y mejorar el acceso a capital para las empresas del rubro.
Fuentes cercanas a la Casa Blanca y medios especializados indicaron que la orden ejecutiva fue diseñada para aliviar las restricciones federales sin modificar directamente las leyes que regulan el uso recreativo. Bajo este marco, compañías de cannabis obtuvieron mayor visibilidad entre inversores institucionales, que hasta entonces mantenían cierta distancia debido a la incertidumbre regulatoria.
El sector había mostrado movimientos alcistas en días previos, impulsado por noticias relacionadas con posibles cambios en la cobertura de tratamientos con cannabidiol (CBD) a través del programa Medicare en EE. UU., lo que también había generado compras entre inversores atentos a nuevas fuentes de ingresos.
A pesar del optimismo, analistas advirtieron que la evolución futura de estas acciones seguía siendo volátil, dado que la reclasificación implicaba trámites adicionales ante agencias como la DEA y no garantizaba una reforma completa a corto plazo.
