Bolivia: Seguidores de Evo Morales desatan el caos tras su inhabilitación electoral
Los mayores disturbios se registraron en el municipio de Llallagua, en Potosí, donde seguidores de Evo Morales atacaron y bloquearon a la ciudad.
Por Eric Nesich
Periodista especializado en Economía y Finanzas
Este martes, el municipio de Llallagua, situado en Potosí, fue escenario de un violento enfrentamiento que se extendió por cerca de siete horas. Más de 50 personas resultaron heridas durante la jornada, que se desarrolló en medio de un ambiente tenso por las protestas en Bolivia. Los disturbios tienen su origen en la crisis económica que enfrenta el país y la inhabilitación del exmandatario Evo Morales para participar en las elecciones generales del próximo 17 de agosto.
Los pobladores de Llallagua, ante la falta de combustible, gas y alimentos por los bloqueos en la región, decidieron movilizarse y tomar las calles. Un reporte del diario El Potosí detalla que "los vecinos, transportistas y comerciantes, agobiados tras una semana de corte total en el suministro", actuaron para desbloquear las rutas, que permanecen cerradas por un grupo ligado a Morales.
El viceministro de Régimen Interior, Jhonny Aguilera, afirmó que los manifestantes habían usado armas de fuego, aunque no se había producido evidencia que confirme este hecho. Los centros de salud y hospitales en la zona no han reportado heridos por balas en medio de esta contienda.
El conflicto empezó por las demandas de algunos pobladores que exigían el levantamiento de los bloqueos y la renuncia del presidente Luis Arce, mientras otros respaldaban a Morales. Juan Carlos Enríquez, jefe de prensa de la Radio Pío XII, comentó que la situación culminó "por cansancio", ya que los 40 policías en el municipio no podían controlar la situación y no habían podido ingresar debido a los bloqueos.
La población de Llallagua, de aproximadamente 41.000 habitantes, estaba dividida en cuanto a la continuidad de las protestas: mientras algunos deseaban sostener los bloqueos, otros estaban “desesperados” por la falta de suministros básicos.
El miércoles, el clima de tensión se mantuvo, con barricadas improvisadas en las calles para prevenir nuevos episodios de violencia. Además, la crisis se agravó con protestas de diferentes sectores que piden soluciones a la grave situación económica y el aumento del suministro de combustible.
Los bloqueos, encima, se hicieron más intensos en los últimos días. Los seguidores de Evo están cada vez más duros en su postura. Según datos de la Administradora Boliviana de Carreteras (ABC), ya hay al menos 20 puntos de corte en distintas rutas, sobre todo en zonas cocaleras, que son bastión político del expresidente.
Mientras tanto, el presidente Luis Arce dijo que ni piensa renunciar. Le echó la culpa de todo lo que está pasando a los sectores que siguen a Morales y prometió enfrentar las protestas con firmeza. En sus redes sociales, Arce acusó directamente a los seguidores de Evo de generar violencia y delitos, y puso en duda las intenciones detrás de las protestas y las palabras de Morales, que habló de una “batalla final”.