Las cinco tendencias que revolucionarán la banca en 2026

Los bancos van más allá de simples mejoras en sus aplicaciones móviles: se están reconfigurando para ofrecer servicios más personalizados, automatizados y ágiles.

Por Gonzalo Andrés Castillo

Redactor especialista en finanzas y mercado de capitales

Hace 1 hora

Los expertos del sector financiero identifican cinco grandes tendencias que marcarán al sector bancario en 2026, reflejando cambios tecnológicos, económicos y de comportamiento del consumidor. 

 

1. Transformación digital acelerada

Las tecnologías digitales seguirán siendo el motor del cambio. Los bancos van más allá de simples mejoras en sus aplicaciones móviles: se están reconfigurando para ofrecer servicios más personalizados, automatizados y ágiles. Esto incluye procesos internos, atención al cliente y servicios financieros embebidos en plataformas no bancarias. 

 

Open Finance y modelos como Banking-as-a-Service (BaaS) profundizarán la integración entre servicios financieros y plataformas digitales externas, permitiendo que clientes accedan a productos bancarios sin abandonar el entorno de uso (por ejemplo, apps de comercio o redes sociales). 

 

2. IA y automatización como núcleo estratégico

La inteligencia artificial (IA) es el tema dominante. En 2026 se espera que la banca global entre en una fase donde los sistemas automatizados y agentes inteligentes gestionen tareas complejas de atención al cliente, manejo de riesgos y operaciones internas. 

 

Según análisis de consultoras, la IA va mucho más allá del soporte básico —como chats automatizados— y se integrará en decisiones financieras, detección de fraudes, asignación de crédito y servicios predictivos basados en datos del cliente. 

 

3. Cambios en el comportamiento del cliente

Los consumidores demandan experiencias más fluidas, simples e intuitivas. Esto implica que la banca no solo sea digital, sino también proactiva, personalizada y transparente. Las plataformas financieras están diseñando experiencias omnicanal —combinando app móvil, web y atención humana cuando se necesite— para mejorar la satisfacción y retención de clientes. 

 

Asimismo, productos tradicionales como los certificados de depósito (CDs) podrían volver a ganar interés en un entorno de tasas de interés inciertas, ofreciendo retornos más predecibles frente a la volatilidad de otros activos. 

 

4. Entorno económico y tasas de interés

El contexto macroeconómico también influirá fuertemente en la banca. Con expectativas de nuevos recortes de tasas por parte de la Reserva Federal de EE. UU., los ingresos por intereses y la demanda de créditos podrían cambiar significativamente. Esto ofrece oportunidades para expansión de préstamos, refinanciaciones y crecimiento de ingresos netos por intereses. 

 

Además, una estabilidad o descenso gradual de tasas favorece los márgenes bancarios, aunque al mismo tiempo exige que las instituciones sean competitivas para atraer depósitos y ofrecer valor añadido. 

 

5. Regulación y mercados laborales

A medida que la banca incorpora tecnologías más complejas —especialmente IA y automatización—, también surge la necesidad de marcos regulatorios más sólidos que protejan al consumidor y preserven la estabilidad financiera. Esto implicará colaboración entre bancos y reguladores para asegurar que la innovación no comprometa la integridad ni la equidad del sistema.

 

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