El oro y las acciones tecnológicas suben de la mano: qué está pasando

El metal ha subido más del 60% en el año en curso, con la plata incluso más arriba.

Por Gonzalo Andrés Castillo

Redactor especialista en finanzas y mercado de capitales

Hace 1 hora

El oro y las acciones tecnológicas están subiendo simultáneamente, un fenómeno que normalmente no se ve porque estos activos suelen moverse en direcciones opuestas.

 

Tradicionalmente, el oro sube cuando hay miedo o incertidumbre y las acciones caen, y viceversa. Sin embargo, a medida que termina el 2025, ambos están experimentando fuertes alzas, reflejando una mezcla atípica de factores que impulsan tanto el apetito por el riesgo como la búsqueda de refugio seguro.

 

La cotización del oro y de otros metales preciosos ha alcanzado máximos históricos recientemente. El metal ha subido más del 60% en el año en curso, con la plata incluso más arriba, impulsada por tensiones geopolíticas, expectativas de bajadas de tasas de interés en Estados Unidos y una persistente demanda de activos que protejan contra la inflación y la depreciación de monedas tradicionales.

 

La intensificación de conflictos internacionales y bloqueos energéticos han potenciado la percepción del oro como un activo refugio fiable, elevando su precio.

 

Al mismo tiempo, las acciones tecnológicas lideran las subidas en Wall Street, especialmente las relacionadas con inteligencia artificial (IA) y crecimiento tecnológico. Índices como el Nasdaq han repuntado gracias al fuerte desempeño de grandes empresas tecnológicas y a la continua confianza de los inversores en el potencial de crecimiento de la IA y otros sectores innovadores.

 

Este optimismo ha reforzado el rally bursátil incluso después de un inicio de diciembre más débil.

 

Entonces, ¿qué explica la subida simultánea de activos con perfiles tan distintos? Una explicación clave es la enorme liquidez en los mercados globales. Los estímulos fiscales y monetarios desplegados desde la pandemia han dejado una gran cantidad de capital circulando, lo que ha alimentado movimientos de precios en múltiples clases de activos.

 

Esta liquidez ha impulsado tanto las entradas en fondos de inversión ligados al oro como el apetito por acciones de crecimiento de alto rendimiento, creando una situación en la que tanto los activos tradicionales como los de riesgo pueden subir al mismo tiempo.

 

Además, la percepción de que los bancos centrales podrían relajar las políticas monetarias —con recortes de tasas previstos para 2026— ha reforzado esta dinámica. Dado que una política monetaria más flexible tiende a favorecer tanto a las acciones (por menores costos de financiamiento) como al oro (por reducir el atractivo de activos que generan interés), muchos inversores están posicionándose en ambas direcciones.

 

¿Quiere recibir notificaciones de alertas?